Nuestra alma es el centro de nuestra voluntad, nuestras emociones y nuestro intelecto. Es lo que te hace un individuo único. Nuestra alma puede desear muchas cosas en la vida, pero muchas veces, nuestros hábitos pueden limitar las cosas que podemos tener o lograr. Sin embargo, las personas diligentes trabajan muy duro y por eso siempre tendrán más que suficiente. No es suficiente simplemente desear algo. La fe debe combinarse con obras para adquirir las cosas que uno necesita o quiere. La persona perezosa puede querer cosas, pero su pereza no les permitirá obtener lo que necesitan o desean. El Señor Jesús trabajó muy duro en su ministerio y cumplió todo lo que necesitaba para tener éxito en su ministerio. La gente perezosa no pueden ser fructíferos en el ministerio. Rechaza la pereza. Abraza la diligencia en todas las cosas, y las bendiciones de Dios te seguirán!
Proverbios 13: 4 – El alma de un hombre perezoso desea, y no tiene nada; Mas el alma de los diligentes será enriquecida.