Parece que este será un año turbulento en todo el mundo. Mucha gente está muy preocupada y temerosa por lo que pueda suceder este año. Sin embargo, debemos recordar lo que dice 2 Timoteo 1:7: “Porque no nos ha dado Dios espíritu de temor, sino de poder, de amor y de dominio propio”. Recuerde que el temor impedío que muchos en los días de Moisés entraran en su herencia. Dios le dijo a Josué varias veces “¡no temas!” (Josué 1). El apóstol Juan escribió esto sobre el temor: “En el amor no hay temor; pero el amor perfecto echa fuera el temor, porque el temor implica tormento. Pero el que teme, no se ha perfeccionado en el amor” (1 Juan 4:18). Nuestro Dios es un auxilio presente en tiempos de dificultad: Salmos 46:1 “Dios es nuestro refugio y fortaleza, Un auxilio muy presente en los problemas”. Las Escrituras nos instruyen que podemos acudir a Dios en tiempos de dificultad. Él es una torre fuerte hacia la cual los justos pueden correr: Proverbios 18:10 “El nombre de Jehová es una torre fuerte; Los justos corren hacia ella y están a salvo”. Hoy, oro que el Espíritu Santo le brinde la poderosa revelación que David recibió cuando dijo: “aunque ande por el valle de la sombra de muerte, no temeré al mal, porque Tu estás conmigo” (Salmos 23). ¡Dios está contigo! Él prometió nunca dejarte ni abandonarte. También envió ángeles para protegerte. Hoy, el Señor nos recuerda que vivamos en su paz y gozo. ¡La paz que pasa todo entendimiento, y el gozo del Señor, que es nuestra fortaleza!
Salmos 27: 1 “Jehová es mi luz y mi salvación, ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida, ¿de quién he de atemorizarme?”