Las escrituras nos enseñan que Dios es nuestro proveedor supremo. La mayoría de las veces consideramos nuestros trabajos como nuestros proveedores, pero, francamente, los trabajos van y vienen. Pueden estar disponibles hoy y desaparecer mañana. Es vital que captemos la revelación en lo profundo de nuestro espíritu de que Dios es nuestro proveedor. Las oportunidades pueden cerrarse. Reducción de trabajos y despidos pueden ocurrir. Pero Dios puede proporcionarnos provisión de forma ilimitada porque es un Dios ilimitado con provisión y recursos ilimitados. Él es en realidad el que nos proporciona provisión y recursos a diario. No solo eso, cuando somos generosos, Él multiplicará nuestros recursos para que podamos seguir siendo generosos con los demás. ¡Su trabajo podría cerrarse, su banco podría fallar, sus oportunidades actuales podrían agotarse, pero siempre recuerde que Dios nunca falla, y Él es el que abrirá nuevas puertas de oportunidad cuando el actual se cierre porque Él es nuestro proveedor!
2 Corintios 9:10 “Ahora, el que proporciona semilla para el sembrador y pan para alimento proveerá y multiplicará su semilla para sembrar [es decir, sus recursos] y aumentará la cosecha de su justicia [que se muestra en bondad activa y amor]”