¿Sabías que la Gratitud es un fruto que hay que cultivar?

Ayer compartimos que las Escrituras enseñan que el verdadero agradecimiento es un sacrificio digno y voluntario.

Miremos ese versículo nuevamente:
Hebreos 13:5 (versión amplificada)

“Por tanto, a través de Él, ofrezcamos en todo tiempo a Dios un SACRIFICIO de alabanza, que es fruto de labios que con gratitud reconocen, confiesan y glorifican Su nombre.”

Hoy, permítanme compartir una tercera verdad:
La gratitud bíblica es un fruto!

La fruta no es algo que suceda automáticamente. Hay que preparar el terreno, plantar semillas, vigilar las semillas para asegurarse de que ningún roedor o animal venga a comerlas. De la misma manera, se debe cultivar el fruto piadoso que surge de nuestras vidas y glorifica a Dios. Toma tiempo y esfuerzo. La agricultura es un trabajo realmente duro. La fruta requiere un entorno especial que incluye agua, sol y fertilización para poder crecer de forma saludable. Piénselo, si supiera qué es realmente el fertilizante, probablemente le daría asco. A continuación se detallan algunos de los elementos que se pueden incluir en la elaboración del fertilizante:

Recortes de césped. Los recortes de césped son ricos en nitrógeno. …
Malas hierbas. El té de marihuana es un excelente fertilizante.
Restos de cocina. Compost.
Estiércol. El estiércol son los desechos que provienen de diversas fuentes: vacas, caballos, gallinas e incluso murciélagos. …
Hojas de árbol.
Granos de café. …
Cáscaras de huevo. …
Cáscaras de bananas.

Todos esos restos se amontonan y, con el tiempo, se pudren, se descomponen y se convierten en fertilizante, que puedes mezclar con la tierra. Este proceso es realmente beneficioso para las plantas y les ayuda a dar frutos sanos.

De manera similar, el fruto del agradecimiento a menudo se cultiva a través de procesos difíciles y a veces apestosos en la vida. Habrá algunos fertilizantes de vida por los que pasarás que pueden parecer desagradables en ese momento, ¡pero el proceso ayudará a que tu fruto de agradecimiento y gratitud madure completamente! ¿Se encuentra usted en uno de esos procesos “apestosos” en este momento? Manteneos firmes y continuad cultivando el fruto de la acción de gracias. Dios aún no ha terminado contigo. Lo mejor está por venir.

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