“Entrad por sus puertas con acción de gracias”

¡Hoy es el día del Señor! En esta semana, hemos celebrado con familiares y amigos. Hemos disfrutado de comidas suntuosas. Ahora es el momento de ir y agradecer a quien nos dio vida, salvación, sanidad, provisión, protección, sabiduría, misericordia, bondad y alegría. ¿Te apasiona la casa del Señor? El rey David dijo: “Yo me alegré cuando dijeron: A la casa de Jehová iremos”. (Salmos 122: 1). Vayamos a adorarle y dejarle saber lo agradecidos que estamos por todo lo que Él ha hecho por nosotros

 Salmos 100:4Entrad por sus puertas con acción de gracias, por sus atrios con alabanza

¡Que se levanten los adoradores!

La oración del Señor comienza con la adoración a Dios y el reconocimiento de quién es Él. La oración del Señor también termina con la adoración. Nuestra tendencia como humanos es interesarnos únicamente en lo que las personas pueden hacer por nosotros. La mayoría no está interesada en lo que pueden hacer por los demás. Cuando comenzamos nuestras oraciones con adoración, nos devuelve a nuestro ADN piadoso, que reconoce que todo no gira alrededor de nosotros. Enfoca nuestras oraciones en las cosas verdaderamente importantes. Es por la gracia y la bondad de Dios que somos salvos. Es su bondad la que ha provisto el techo sobre nuestras cabezas, los alimentos que comemos, la salud que disfrutamos, el regalo diario de vida, etc. Cuando adoramos a Dios, establecemos una “actitud de gratitud” en nuestra vida diaria. Ahora nos damos cuenta de por qué el Señor Jesús nos enseñó a comenzar y terminar nuestras oraciones con adoración a Dios. ¡Que se levanten los adoradores!

Mateo 6: 13 – Porque tuyo es el reino, el poder y la gloria para siempre. Amén.