El rey David dependía de Dios para renovar continuamente su fuerza. Hubo muchos desafíos que tuvo que enfrentar a lo largo de su vida. Muchos de estos desafíos lo agotarían de energía física y emocional. Sin embargo, durante estos tiempos, iría a Dios en oración y adoración, y Dios renovaría su fortaleza. Dios todavía renueva nuestra fortaleza hoy. Puede que estés en el mismo lugar donde estaba David. Vaya a Dios hoy en confianza, oración y adoración, y permita que la alegría del Señor le restaure su fortaleza. ¡Agradézcale por su nueva fuerza hoy!
Salmos 23:3 -Renueva mi fortaleza …