El acceso es un poderoso privilegio. No es automatico. Alguien tiene que pagar o alguien debe tener una excelente relación para poder acceder. Tenemos que pagar por nuestros boletos antes de tener acceso a un juego de pelota. Tenemos que pagar para ver una película. Siempre tengo permiso para entrar en la casa de mi madre debido a mi relación única con ella. Según el diccionario Merriam Webster, el acceso es: “permiso, libertad o capacidad de entrar, acercarse o pasar de un lugar a otro o acercarse o comunicarse con una persona o cosa, libertad o capacidad de obtener o hacer uso de algo”. Efesios 2: 18 dice: “porque por medio de él los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre.”. ¡Esto es un privilegio! El Señor Jesús pagó el precio por el acceso al Padre. La palabra griega original para acceso significa: “Dirigir o traer a la Presencia. Por el favor de Dios, tenemos el privilegio de aceptación en Cristo, y por esto tenemos acceso a Su Presencia. Tenemos libertad para entrar A TRAVÉS de Su ayuda. Nosotros no podríamos hacer esto por nuestra cuenta “. Esto significa que no solo tenemos acceso al Padre en Cristo por la fe, sino que también nos ayuda a obtener acceso. El nos da asistencia. Él quiere que estemos cerca de Él, y quiere estar cerca de nosotros, ¡así que nos dio acceso! Jesús ya pagó el precio, así que cesa de cualquier lucha que puedas atravesar y entra a Su Presencia. ¡Esto es parte de nuestra herencia como hijos e hijas!
Estas en comunión?
Hay varios significados para la palabra comunión. Entre ellos se encuentran: “Comunidad de interés, actividad, sentimiento o experiencia. Una compañía de iguales o amigos. Compañerismo. Compañía”. También hay una palabra griega para la comunión, Koinonia, que significa: “comunión cristiana”, literalmente “comunión”, de la palabra griega: koinos, que significa: común. En la verdadera comunión, no hay elitismo. Hay un sentido de beneficio mutuo. En algunos casos es como una familia. En comunión, existe el intercambio de ideas, recursos, amor, cuidado, beneficio mutuo, entre otras cosas. Cuando nos convertimos en parte de una iglesia local, nos convertimos en parte de una comunidad, donde alabamos a Dios juntos, nos bendecimos unos a otros, aprendemos juntos, ministramos y servimos juntos a la comunidad. Pero la parte más importante de nuestra comunión es con Dios mismo. Salmos 138: 6 (AMP) dice: “Aunque el Señor es exaltado, considera a los humildes [y los invita a su comunión]; pero a los soberbios y altaneros los conoce desde la distancia”. Dios te está invitando a tener comunión y pasar tiempo con él diariamente. Jesús nos enseñó a orar diariamente al Padre Celestial. Esto no es nuevo Enoc tenia comunión diaria con Dios: Génesis 5:22 (AMP) “Enoc caminó [en comunión habitual] con Dios trescientos años después del nacimiento de Matusalén y tuvo otros hijos e hijas”. Enoc agradó a Dios. Pablo le enseñó a la iglesia en Éfeso que en Cristo, estamos en comunión unos con otros y estamos siendo edificados juntos para que Dios pueda habitar en nosotros y entre nosotros. Efesios 2:22 (AMP) “En Él [y en comunión unos con otros] estan siendo edificados juntos en una morada de Dios en el Espíritu”. Por lo tanto, entienda que ser parte de Su Cuerpo es más que simplemente asistir a una iglesia local; ustedes son parte de la Iglesia que es Su Cuerpo. Estás en comunión con Dios y con Su Cuerpo? ¡No hay mayor compañerismo que eso!