¡Esto es dulce y curativo como la miel!

Hemos escuchado que hay poder en nuestras palabras. Bueno, en realidad podemos promover la sanidad del cuerpo y el espíritu, y liberar dulzura a nuestras almas. Proverbios 16:24 (TPT) “Nada es más atractivo que decir palabras hermosas y vivificantes. Porque liberan dulzura a nuestras almas y sanidad interior a nuestros espíritus”. La Biblia Amplificada lo dice de esta manera: “Las palabras agradables son como un panal de miel, dulce y delicioso para el alma y curativo para el cuerpo”. Sabemos que la miel es un superalimento. También es curativo y antibacteriano en su naturaleza. El Proverbista comparó palabras agradables con la miel. Sabias esto? Esto es vital porque tenemos acceso a familiares, amigos, vecinos y compañeros de trabajo. Podemos elegir ser sanadores al disciplinar las palabras que hablamos para que otros puedan recibir vida y sanidad interior. Deja que tus palabras liberen gracia, amor y palabras agradables y vivificantes en tu esfera de influencia. Recuerde: Jesús dijo: Yo he venido para que tengan vida y vida en abundancia. Sé una extensión de Su amor. ¡Esta generación necesita esto desesperadamente!

¿Qué par de ojos estás usando?

¿Sabías que tienes dos pares de ojos, los cuales son tus ojos naturales y los ojos de tu espíritu? El Salmo 119: 18 (TPT) dice: “Abre mis ojos para ver las maravillas milagrosas escondidas en tu palabra”. David sabía que si le pedía a Dios que abriera sus ojos espirituales, él podría ver la sabiduría escondida, los milagros y las maravillas contenidas en Su palabra. La palabra de Dios es espíritu y es verdad. No se puede entender con la mente natural. Es una tontería para aquellos cuyos ojos espirituales han sido oscurecido por el espíritu de esta época. Hay gran tesoro escondido en la Palabra de Dios y está disponible para aquellos que realmente tienen hambre de Dios con todo su corazón. Si realmente quiere comprender y conocer las maravillas milagrosas que estan escondidas en la palabra de Dios, entonces es hora de tomarse en serio con Dios y pedirle con todo su corazón que abra los ojos de su comprensión.

Efesios 1:18 (NBLA) Mi oración es que los ojos de su corazón les sean iluminados, para que sepan cuál es la esperanza de Su llamamiento, cuáles son las riquezas de la gloria de Su herencia en los santos”