Los vencedores obtienen la herencia!

Un vencedor es: “Alguien que tiene éxito en tratar u obtener el control de algún problema o dificultad, Alguien que se negó a ser definido por cualquier fracaso o lucha pasada”. Palabras similares como vencedor son: “derrotar, conquistar, vencer, dominar, prevalecer, parar”. Entonces, superar tiene que ver con alguien que tiene que enfrentar problemas o dificultades, y vencerlos o conquistarlos. En nuestro caminar con Dios, Jesús nos dijo que atravesaríamos dificultades, tentaciones, persecución, ataques injustos, etc. Sin embargo, por su Espíritu, El nos da el poder para vencer los planes, ataques, trucos, engaños del maligno. Un principio muy importante para vencer es que tenemos que hacer nuestra parte para mantener nuestra fe en pie de acuerdo con el plan de Dios para nuestras vidas. Algunas veces se vuelve tan difícil que muchos tienen la tendencia o el deseo de simplemente rendirse. Eso es lo que diferencia a los vencedores de los que ceden ante la derrota y se rinden. El Apóstol Pablo nos dice: “ Por lo demás, hermanos míos, manténganse firmes en el Señor y en el poder de su fuerza.”. (Efesios 6:10). ¡Así que ponte toda la armadura de Dios todos los días y sé ese “vencedor” que hereda las promesas de Dios!

Apocalipsis 21:7 “El que venciere heredará todas las cosas, y Yo seré su Dios y él será Mi hijo”

¡Esta es una promesa increíble!

Tenemos una gran promesa en Hebreos 13: 5, 6. Esta promesa nos da gran confianza, gran alegría, gran paz, gran expectativa. ¡Nos da gran esperanza para el futuro! Asegura nuestra eternidad. Elimina cualquier temor en nuestros corazones. Esto es lo que dice: “No amen el dinero; estén contentos con lo que tienen, pues Dios ha dicho: «Nunca te fallaré. Jamás te abandonaré». Así que podemos decir con toda confianza: «El Señor es quien me ayuda, por tanto, no temeré. ¿Qué me puede hacer un simple mortal?” (Hebreos 13: 5,6) Al entrar en esta temporada de fiestas, recuerde que Él nunca falla. El nunca nos abandona. El nos ayuda. Él está con nosotros, y si Dios está con nosotros, ¿quién puede tener éxito contra nosotros?