Hay un verso donde Dios habla directamente a su pueblo. Él les da instrucciones que, si le obedecen, El escuchará, El perdonará y sanara su tierra. Aquí está el verso del cual estoy hablando. Asegúrate de leerlo varias veces: 2 Crónicas 7:14: “si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.”. ¿Lo leíste varias veces? Primero dice:” Si mi pueblo … “¡Nos está hablando a nosotros! Esto es para la iglesia ¡Lo primero que nos ordena que hagamos es “HUMILLARNOS” ¡La arrogancia y el orgullo no deben existir entre nosotros! Lo segundo es: ORAR. ¿Estamos orando por nuestras familias, nuestra iglesia, nuestra comunidad, nuestra nación o somos solo nos quejamos de todo lo que nos rodea? Oren más y quéjense menos. La tercera cosa es: BUSQUE SU ROSTRO. Eso significa que tiene que ser una prioridad para nosotros. En lugar de buscar solo cosas materiales, primero debemos buscar Su rostro. La instrucción final es: ARREPENTIRSE DE SUS MALOS CAMINOS. Esto denota arrepentimiento y un alejamiento genuino de nuestros hábitos pecaminosos (acciones, palabras, pensamientos, intenciones). Si realmente obedeciéramos a Dios en estas cuatro instrucciones, nosotros experimentaríamos una manifestación sobrenatural de sanidad, restauración, alegría y respuestas a nuestras oraciones. Comience hoy este proceso en su vida. ¡Dios ve nuestras acciones individuales y responderá a quien obedece estas instrucciones!
Estas sufriendo de esta perspectiva?
Vi una pequeño cuadro que decía: “¡La gratitud convierte lo que tenemos en mas que SUFICIENTE!” Wow, esa es una perspectiva poderosa. Dos personas comen la misma comida. Uno tenía hambre y no tenía el dinero para pagarlo, pero el dueño del restaurante decidió bendecirlo con la comida, por lo que la persona estaba extremadamente agradecida. La otra persona estaba molesta y enojada porque eso no era lo que quería comer. Fue la misma comida. ¿Cuál fue la diferencia? Era la perspectiva de ambos. La persona que estaba agradecida vio el valor de la comida. Se dio cuenta de que no podía dar por sentado esa comida. Podría haber pasado hambre ese día. Sin embargo, Dios le proporcionó una comida maravillosa a través del generoso dueño del restaurante. La otra persona da todo por sentado. Cada comida, el auto que conduce, su salud, su condominio caro, su trabajo y su prestigio e influencia. Este tipo de perspectiva carece de la apreciación de cuán afortunados somos cuando somos capaces de tener las cosas que necesitamos o queremos. En verdad, cualquier cosa puede ser quitada de nosotros en un instante. La gente ha perdido todo en un incendio, una inundación, un terremoto o un tsunami. ¡Hoy realmente deberíamos reconsiderar la bendición de Dios que nos rodea. Que importa si no tenemos todo lo que deseamos en este momento? Lo importante es que tenemos lo que realmente necesitamos. ¡Hay muchos en todo el mundo que viven con muy poco y agradecerían enormemente lo que tenemos ahora! Te pregunto entonces, estas agradecido por lo que tienes?
Efesios 5:20 “Dando gracias siempre por todas las cosas a Dios el Padre en el nombre de nuestro Señor Jesucristo”