¡Esto es dulce y curativo como la miel!

Hemos escuchado que hay poder en nuestras palabras. Bueno, en realidad podemos promover la sanidad del cuerpo y el espíritu, y liberar dulzura a nuestras almas. Proverbios 16:24 (TPT) “Nada es más atractivo que decir palabras hermosas y vivificantes. Porque liberan dulzura a nuestras almas y sanidad interior a nuestros espíritus”. La Biblia Amplificada lo dice de esta manera: “Las palabras agradables son como un panal de miel, dulce y delicioso para el alma y curativo para el cuerpo”. Sabemos que la miel es un superalimento. También es curativo y antibacteriano en su naturaleza. El Proverbista comparó palabras agradables con la miel. Sabias esto? Esto es vital porque tenemos acceso a familiares, amigos, vecinos y compañeros de trabajo. Podemos elegir ser sanadores al disciplinar las palabras que hablamos para que otros puedan recibir vida y sanidad interior. Deja que tus palabras liberen gracia, amor y palabras agradables y vivificantes en tu esfera de influencia. Recuerde: Jesús dijo: Yo he venido para que tengan vida y vida en abundancia. Sé una extensión de Su amor. ¡Esta generación necesita esto desesperadamente!

Su poder es mas que suficiente para evitar que tropieces!

La religión muchas veces te llevará a un lugar de culpa y desesperanza. Muchos te golpearán cuando falles. Sin embargo, Dios en Cristo nos ha provisto para que no tengamos que caminar en vergüenza y culpa. Por el sacrificio de Cristo en la cruz, la gracia sobrenatural fue desatada para nosotros. Su poder nos impedirá tropezar con el pecado y nos llevará impecables ante su gloriosa presencia. ¡Ya no tenemos que caminar en la culpa! Su amor venció la muerte, el infierno y la tumba por nosotros. Su gracia es más que suficiente para toda nuestra vida. ¡Elija caminar hoy en victoria, paz, confianza y alegría porque si Él nos perdono, y nosotros también podemos perdonarnos a nosotros mismos y a los demás!

Judas 1: 24, 25 “Ahora, para El que tiene el poder suficiente para evitar que tropieces con el pecado y te lleve impecable ante su gloriosa presencia para estar ante El con deleite extático, al único Dios nuestro Salvador, a través de nuestro Señor Jesucristo , séa infinita gloria y majestad, gran poder y autoridad, desde antes de que él creara el tiempo, ahora y durante todas las edades de la eternidad. ¡Amén!