¡David entendió la importancia de andar con Dios con todo su corazón! Dios no está interesado en las relaciones a medias. Jesús estaba completamente comprometido cuando fue a la cruz. Tuvo la oportunidad de alejarse en el jardín de Gesthemane, pero se mantuvo fiel al curso y fue hasta la cruz. Somos la esposa de Cristo ¡Esto significa matrimonio y compromiso! El ser novios es divertido, pero puedes salirte de la relación en cualquier momento. El matrimonio, sin embargo, es un compromiso total. El Señor Jesús nos llama su Esposa. El Padre Celestial nos llama Sus hijos. ¡Ambas declaraciones revelan un compromiso completo! No tengo que cuidar al hijo de un extraño, pero estoy completamente comprometido a cuidar a mis hijos. Dios nos ama completamente y totalmente. No debemos hacer menos. Hoy, evalúa dónde está tu corazón. ¿Está Dios en el centro de su corazón, o hay otras cosas más importantes que Él? ¡Sé como David que amó a Dios con todo su corazón!
Salmo 119: 69 Guardaré tus preceptos con todo mi corazón
Dios juzgó a su pueblo que rechazó voluntariamente su sabiduría y leyes. Les había dado leyes, preceptos y sabiduría para que pudieran vivir en paz, bendecidos y con propósito divino. Sin embargo, debido a su orgullo y arrogancia, rechazaron Sus palabras. Esto disgustó mucho a Dios. Oseas 4: 6 dice: “Mi pueblo es destruido por falta de conocimiento. Debido a que has rechazado el conocimiento, yo también te rechazaré de ser sacerdote para mí; porque has olvidado la ley de tu Dios, también olvidaré a tus hijos”. . Ese es un verso escalofriante. Dios declaró a aquellos que voluntariamente rechazaron Su palabra que Él también los rechazaría de poder servirle. Esto también afectaría a sus hijos porque Dios sabía que no enseñarían la ley de Dios a sus hijos. Esto también causaría que el juicio recayera sobre los hijos, ya que actuarían igual que sus padres. Dios estaba complacido con Abraham y sabía que enseñaría la ley de Dios a sus hijos (Génesis 18:19). Por eso bendijo grandemente a Abraham y a sus hijos. Pero aquellos que rechazan su palabra no podrán disfrutar de Su Presencia. No podrán recibir vida de su palabra y promesas. No enseñarán a sus hijos, por lo que también afectará negativamente a sus hijos. Aprenda de su ejemplo y abrace Sus preceptos y promesas. ¡Será una bendición duradera para usted y su familia!