Probablemente hayas escuchado sobre el poderoso escudo de la fe que apaga todos los dardos ardientes del maligno. Pero, ¿sabías que el favor también es un escudo? Y no cualquier escudo. Es un gran escudo que rodea a los justos, protegiéndolos del maligno. El Salmo 5:12 (GW) dice: “Tú bendices a los justos, Señor. Como un escudo grande, los rodeas con tu favor”. El favor incluye: ventaja, beneficio, privilegio, derecho otorgado, bondad gentil otorgada. Un momento de favor puede cambiar su situación en un momento. Dios le dio favor a José, y en un momento, pasó de ser prisionero a convertirse en primer ministro. Dios le dio favor a David y pasó de ser perseguido por el rey a convertirse en rey. Dios le dio favor a Gedeón, y pasó de ser un hombre asustado y con una baja autoestima a ser un libertador. ¿Qué te sucedería si Dios te mostrara favor? ¡Ponlo primero en tu vida y observa cómo el favor de Dios te rodea y te bendice más allá de tus mayores expectativas!