“Las promesas de Dios caminan de la mano con la guerra.
El adereza mesa delante de nosotros en presencia de nuestros angustiadores;
Los gigantes habitan en la tierra prometida y necesitan ser desalojados”.
Estás en una batalla, pero recuerda siempre que ¡El Señor Jesús ya derrotó a nuestro enemigo! ¡Camina en la victoria que Él ya ganó para nosotros!
Juan 16:33 “Estas cosas que te he dicho, para que tengas paz en mí. En el mundo tendrás tribulación; pero confía, he vencido al mundo”
Parte del entrenamiento que el Señor Jesús dio a los Apóstoles fue la importancia de nunca rendirse y desanimarse en medio de cualquier crisis o problema. Lucas 18: 1 dice: “Ahora Jesús les estaba contando a los discípulos una parábola para aclarar que en todo momento deben orar y no darse por vencidos y desanimarse”. Jesús nunca dijo nada sin una razón importante. Él sabía que encontraríamos grandes dificultades en la vida y, debido a esto, necesitamos saber que tenemos poderosas armas de guerra, los cuales son: ¡Oración y mantenernos parados firme en sus promesas! Juan 16:33 dice: “Te he dicho estas cosas, para que en Mí tengas paz [perfecta]. En el mundo tendras tribulación, angustia y sufrimiento, pero sé valiente [ten confianza, no te desanimes, llénate de alegría]; he vencido al mundo. “[Mi conquista se ha logrado, mi victoria permanece]. Hoy, anímate. Dios te recuerda que Él ya ganó la batalla por ti. Mantente firme en la fe. Ponte toda la armadura de Dios. Sométete a Dios, resiste al diablo y de vosotros huirá (Santiago 4: 7). ¡Mantente firme en la victoria que Jesús ya ganó para nosotros!