¿Alguna vez has estado en una situación en la que realmente necesitabas que alguien te ayudara y la persona te decepciona? He visto esto suceder en el trabajo, en la iglesia e incluso personalmente. Proverbios 25:19 dice: “Confiar en alguien inestable en tiempos de angustia es como masticar con un diente roto o caminar con un pie cojo.” La confianza tiene varios significados, pero en este verso, confianza significa: fe o creencia de que uno actuará de manera correcta, apropiada o efectiva. Una vez perdí una amistad porque le pedí a alguien que lo recogiera en el aeropuerto. No solo la persona no recogió a mi amigo, mi amigo tuvo que navegar en una ciudad de la que no sabía nada. La esposa de mi amigo estaba lívida conmigo. Nunca volvieron a confiar en mí. Dios también se aflige de las personas infieles. En Mateo 26-28, el Señor Jesús compartió esto sobre el hombre infiel: “ Respondiendo su señor, le dijo: “Siervo malo y negligente, sabías que siego donde no sembré y que recojo donde no esparcí. Por tanto, debías haber dado mi dinero a los banqueros y, al venir yo, hubiera recibido lo que es mío con los intereses. Quitadle, pues, el talento y dadlo al que tiene diez talentos, porque al que tiene, le será dado y tendrá más; y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.“. Mi pregunta para usted hoy es: ¿su familia y amigos lo ven como fiel? Y aún más importante, ¿Sera que Dios te llama “siervo fiel?”
Proverbios 25:19 “Confiar en alguien inestable en tiempos de angustia
es como masticar con un diente roto o caminar con un pie cojo.“