Cuando a las personas se les pregunta qué querrían como regalos, la mayoría pediría cosas materiales. Dios se alegró cuando Salomón solo pidió sabiduría cuando se le pidió. Dios le dio sabiduría, pero también lo bendijo con grandes recursos. Es triste tener en cuenta que la mayoría de las personas persiguen cosas que en realidad no satisfacen al final. Muchos buscan cosas para obtener gozo, pero cuando agradamos a Dios, Él bendice a los fieles con sabiduría, conocimiento y gozo. Algunos ni siquiera son conscientes de que Dios transferirá la riqueza de los impíos a los justos. Lee lo que el rey Salomón compartió acerca de esto: Eclesiastés 2:26 “Porque al hombre que es bueno delante de Dios, él le da sabiduría y ciencia y alegría, mas al pecador le dio la ocupación de que recoja y amontone, para que dé al bueno delante de él. También esto es vanidad y aflicción de espíritu.” Entonces, en lugar de perseguir cosas, persigue a Dios y su bondad. ¡Cuando primero busques a Dios y su justicia, todas las cosas se te “agregarán”!