Me han preguntado de vez en cuando si he firmado o he firmado para un préstamo para otra persona. La respuesta es sí y no. Cuando se firma conjuntamente, en realidad estás asumiendo la responsabilidad de ese préstamo. El proverbista enseña este principio muy importante en Proverbios 22: 26-27 (NTV): No te comprometas a garantizar la deuda de otro ni seas fiador de nadie. Si no puedes pagar, te quitarán hasta la cama en la que duermes.
Las escrituras nos advierten acerca de tomar la deuda de otra persona. He visto en varias ocasiones que los que han decidido ayudar a otros con un préstamo, de repente han tenido que pagar la deuda de otra persona porque la persona de repente no puede pagar la deuda.
Esto es lo que debe considerar: no acepte la deuda de nadie a menos que, a) sean muy importantes para usted, es decir: su hijo, algún otro familiar cercano o un amigo querido, y, b) usted está de acuerdo con asumir el deuda en caso de que no puedan pagarla en el futuro. Si sabes que no puede pagarlo, responda que no, aun si la persona se enoja con usted. Se salvará de la esclavitud financiera en el futuro, y es muy posible que salve su amistad con las persona. Esta es la sabiduría de Dios, ¡tómalo en serio!
Proverbios 11:15 (NTV) “Es peligroso dar garantía por la deuda de un desconocido; es más seguro no ser fiador de nadie”