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Your success is contained in the seeds you sow!

We all have a purpose given to us by God. The Apostle James teaches that faith has works (James 2: 14-26). It is vital to pray, but after prayer, we must work toward what we have been praying for. Our actions are as seeds, that when properly planted, reap a harvest. King Solomon taught that we must continually cast our “bread upon the waters”. We are to continually sow our seed during the daytime and in the evening. We are not to rest when it’s time to sow our seed (work toward our purpose), for we do not know which of our activities will prosper or find success (Ecclesiastes 11: 1,6). We are not to give up just because we might not have seen the success that we were hoping for.  One day we will see that one or more of these seeds succeed (actions or activities), if we do not give up. The only real failure is when we give up or stop sowing our seeds (gifts, abilities, actions that fall in line with our purpose). Determine today to continue to sow your seed both day and night, because a harvest is coming that will bless you and all those around you, and you will be pleasing God in the process because He is looking for fruit in our lives!

Ecclesiastes 11: 1,6 “Cast your bread upon the waters, for you will find it after many days. (6) In the morning sow your seed, and in the evening do not let your hand rest; because you do not know which activity will find success, this way or that way, or if the both will be good”

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¡Tu éxito está contenido en las semillas que siembras!

Todos tenemos un propósito dado por Dios. El apóstol Santiago enseña que la fe necesita obras para manifestarse (Santiago 2:14-26). Es vital orar, pero después de la oración, debemos extender aquello por lo que hemos estado orando. Nuestras acciones son como semillas, que cuando se plantan adecuadamente, cosechan de acuerdo a su genero. El rey Salomón enseñó que debemos continuamente echar nuestro “pan sobre las aguas”. Debemos sembrar continuamente nuestra semilla durante el día y la noche. No debemos descansar cuando sea el momento de sembrar nuestra semilla (trabajar en nuestro propósito), ya que no sabemos cuál de nuestras actividades prosperará o tendrá éxito (Eclesiastés 11:1,6). No debemos rendirnos solo porque es posible que no hayamos visto el éxito que esperábamos. Un día veremos que una o más de estas semillas tengan éxito (acciones o actividades), si no nos rendimos. El único fracaso real es cuando renunciamos o dejamos de sembrar nuestras semillas (dones, habilidades, acciones que concuerdan con nuestro propósito). ¡Determina hoy para continuar sembrando tu semilla tanto de día como de noche, porque vendrá una cosecha que lo bendecirá a usted y a todos los que lo rodean, y estáras complaciendo a Dios en el proceso porque Él está buscando frutos en nuestras vidas!

Eclesiastés 11: 1,6 (1) “Echa tu pan sobre las aguas; después de muchos días lo hallarás. (6) Por la mañana siembra tu semilla, y a la tarde no dejes reposar tus manos; pues no sabes qué es lo mejor, si esto o aquello, o si lo uno y lo otro es igualmente bueno”