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Did you know that Gratitude counters ingratitude and complaining?

Yesterday, we shared that the scriptures teach that Gratitude is a fruit and must be cultivated.

Let’s look at that verse one more time:
Hebrews 13:5 (Amplified version)

“Through Him, therefore, let us at all times offer up to God a sacrifuce of praise, which is the fruit of lips that thankfully acknowledge and confess and glorify His name”

Today, let me share a forth truth about gratitude and thankfulness: 

Gratitude counters ingratitude and complaining! One is either grateful or ungrateful. You can’t be both at the same time. However, it is in most people’s nature to be ungrateful and mostly complain about things when they don’t go their way.

Dr. Dale Robbins once wrote, “I used to think people complained because they had a lot of problems. But I have come to realize that they have problems because they complain. Complaining doesn’t change anything or make situations better. It amplifies frustration, spreads discontent and discord, and can invoke an invitation for the devil to cause havoc with our lives.” Complaining makes us miserable. Psalm 77:3 says, “I complained and my spirit was overwhelmed.”

In Moses’ day, Israel complained about not having any meat to eat, and many died because of their complaints (Numbers 11, Numbers 14).

In 1 Corinthians 10: 10 & 11, it says: “And don’t grumble as some of them did, and then were destroyed by the angel of death. These things happened to them as examples for us. They were written down to warn us who live at the end of the age.”

1 Peter 4:9 says: “Be hospitable to one another without complaining.”

When we are grateful, we acknowledge God’s goodness, and reject our fleshly tendencies of greed, avarice, ingratitude and unquenchable lust for things. Some people are never satisfied. They always want more, and because of that, they always end up miserable and dissatisfied in life. We need to learn to SEE what God has provided and what He is doing, instead of always focusing on the negative things. Once one makes that shift, one will see that God has provided more than one can ever realize. He is truly the Lord, our Provider! Be like the former leper, whom the Lord Jesus healed He came back with gratitude and gave thanks!

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¿Sabías que la gratitud contrarresta la ingratitud y las quejas?

Ayer compartimos que las Escrituras enseñan que la gratitud es un fruto y debe cultivarse.

Miremos ese versículo una vez más:
Hebreos 13:5 (versión amplificada)

“Por tanto, a través de Él ofrezcamos en todo tiempo a Dios sacrificio de alabanza, que es fruto de labios que con gratitud reconocen, confesan y glorifican su nombre”

Hoy, permítanme compartir una cuarta verdad sobre la gratitud y el agradecimiento:

¡La gratitud contrarresta la ingratitud y las quejas! Uno es agradecido o desagradecido. No puedes ser ambas cosas al mismo tiempo. Sin embargo, está en la naturaleza de la mayoría de las personas ser desagradecidas y quejarse principalmente de las cosas cuando no salen como quieren.

El Dr. Dale Robbins escribió una vez: “Solía ​​pensar que la gente se quejaba porque tenía muchos problemas. Pero me he dado cuenta de que tienen problemas porque se quejan. Quejarse no cambia nada ni mejora las situaciones. Amplifica la frustración”. , propaga el descontento y la discordia, y puede invocar una invitación para que el diablo cause estragos en nuestras vidas”. Quejarnos nos hace sentir miserables. Salmo 77:3 dice: “Me quejé y mi espíritu se angustió”.

En los días de Moisés, Israel se quejaba de no tener carne para comer, y muchos morían a causa de sus quejas (Números 11, Números 14).

En 1 Corintios 10:10 y 11, dice: “Y no murmuréis como algunos de ellos lo hicieron, y luego fueron destruidos por el ángel de la muerte. Estas cosas les sucedieron a ellos como ejemplo para nosotros. Fueron escritas para advertirnos a nosotros que vivimos al final de los tiempos”.

1 Pedro 4:9 dice: “Sed hospitalarios unos con otros sin quejaros.”

Cuando estamos agradecidos, reconocemos la bondad de Dios y rechazamos nuestras tendencias carnales de codicia, avaricia, ingratitud y lujuria insaciable por las cosas. Algunas personas nunca están satisfechas. Siempre quieren más y por eso siempre terminan miserables e insatisfechos en la vida. Necesitamos aprender a VER lo que Dios ha provisto y lo que está haciendo, en lugar de enfocarnos siempre en las cosas negativas. Una vez que uno hace ese cambio, verá que Dios ha provisto más de lo que uno podría imaginar. ¡Él es verdaderamente el Señor, nuestro Proveedor! Sean como el ex leproso, a quien el Señor Jesús sanó. ¡Regresó con gratitud y dio gracias!