¡Somos portadores de una fe victoriosa y conquistadora!

No sé si entendemos completamente la unción que Dios ha otorgado a aquellos que han nacido de nuevo, que han confiado en Cristo para su salvación. Mira lo que dice Juan acerca de aquellos que han nacido de nuevo:   1 Juan 5:4 “Porque todos los nacidos de Dios son victoriosos y vencen al mundo; y esta es la victoria que conquistó y superó al mundo: nuestra (continua, persistente) fe (en Jesús el Hijo de Dios) “. ¿Lo viste? Quien nazca de Dios es victorioso y vence al mundo. Eso significa todos los que han nacido de nuevo. ¿Has nacido de nuevo? Si es así, ya eres victorioso y vencedor. El Espíritu que mora en nosotros nos dará todo el poder y los recursos que necesitamos para vencer y ser victoriosos. Tenemos una fe que vence (confianza en Cristo) que nos brinda una atmósfera y un ambiente de superación y conquista. La mayoría está buscando cosas externas para ayudarlos a vencer, pero simplemente no están conscientes de que ya tenemos el Espíritu vencedor dentro de nosotros. ¡Llevamos la victoria por nuestra fe! Es hora de dejar de depender de cosas externas o personas que nos den la victoria. Eres un portador de la fe victoriosa, conquistadora. Cristo en ti es la esperanza de gloria (Col. 1:27).

Nunca seas avergonzado por esto!

Pablo usó la palabra “avergonzado” en Romanos 1:16. Mire como usa esa palabra: “Pues no me avergüenzo de la Buena Noticia acerca de Cristo, porque es poder de Dios en acción para salvar a todos los que creen, a los judíos primero y también a los gentiles”. Para el, era un honor ser un ministro del evangelio. La palabra “avergonzado” significa: sentir vergüenza, culpa o desgracia; renuente o no dispuestos a hacer algo por vergüenza. Hoy, el enemigo está trabajando muy fuerte para intentar avergonzar a los cristianos de compartir su fe. Él está tratando de confundir a esta generación en cuanto a lo que es el Evangelio. En muchos casos, los ministros ya ni siquiera predican el evangelio de la salvación. Están predicando el bienestar, sintiéndose bien, pensamientos positivos. Pero Jesús no murió en la cruz para que podamos sentirnos bien. Él murió en la cruz para librarnos del poder de las tinieblas y trasladarnos a su Reino. No necesito la cruz para “sentirme bien”. Necesito que la cruz me libere. Necesito nacer de nuevo. Necesito ser perdonado de mis pecados Necesito ser parte de la familia de Dios. Y así, tener el privilegio de poder estar un día en la Presencia de Dios sin culpa y vergüenza. El evangelio es las buenas nuevas sobre la salvación eterna. Por favor, no te deje engañar. ¡Lo que Jesús hizo en la cruz es el mensaje más grande en la historia, punto y coma! No me avergüenzo de su amor por mí, y de lo que hizo por mí. ¿Eres tú?

Romanos 1:16 “Pues no me avergüenzo de la Buena Noticia acerca de Cristo, porque es poder de Dios en acción para salvar a todos los que creen, a los judíos primero y también a los gentiles”