Ten cuidado en lo que te estás enfocando!

Todos nos enfocamos en algo. Aquello en lo que te concentras, crece y aumenta, y lo que ignoras, pierde poder e influencia en tu vida. El enfoque proviene de la palabra griega “Aphorao”, que significa: “concentrar tu mirada en algo”. La palabra “enfocarse” en inglés significa: atención dirigida a un punto de concentración; un estado o condición que permite una clara percepción o comprensión. Jesús enfocó sus acciones y energías en su misión. Pablo enfocó sus esfuerzos para avanzar hacia la marca del gran llamado de Dios en su vida. Uno de los objetivos principales del enemigo es alejarnos de nuestro enfoque, porque cuando una persona no está enfocada, hace mal uso o abuso de sus recursos, tiempo y energías, y por lo tanto, no producen nada de valor. Desaprovechan su potencial. El enfoque es su amigo. El enfoque lo mantendrá en el camino correcto. Le recordará dónde invertir y gastar su energía limitada. El enfoque activa la parte creativa de su cerebro que le permitirá comenzar a ver las cosas que necesita hacer o adquirir. Por eso, hoy te pregunto en qué te estás enfocando?

1 Juan 2:4 “Quienquiera que diga: “Lo conozco”, pero no cumple habitualmente [se enfoca en Sus preceptos y obedece] Sus mandamientos (enseñanzas), es un mentiroso, y la verdad [de la palabra divina] no está en él”

El nos ha dado poderosas armas de milicia!

Querido creyente, Dios nos ha dado las mejores armas de milicia. Nuestras armas no son como las que ves en el ejército. Esas son armas físicas poderosas que ayudan a mantener nuestra nación segura. Nuestras armas son divinamente poderosas. Nos ayuda a destruir argumentos y filosofías que se han opuesto al conocimiento de Dios. Nuestras armas pueden destruir la mentalidad de destrucción en familias y comunidades. Pueden ayudar a las personas a salir de las tinieblas al conocimiento salvador de Cristo. Tenemos Su espíritu. Tenemos la mente de Cristo. Tenemos Su palabra. Tenemos los dones del Espiritu Santo. Tenemos la gracia y el favor De Dios todo los días. Necesitamos comenzar a utilizar las armas de nuestra milicia en lugar de depender de la sabiduría mundana. La sabiduría mundana solo te llevará al orgullo y la arrogancia, y te separará de la sabiduría y el amor de Dios. Entiende esto, ninguna sabiduría del mundo puede compararse con la sabiduría de Dios. Dios creó los cielos y la tierra. La sabiduría mundana solo tratará de imitar a Dios. El enemigo no crea nada. Sólo copia y engaña. ¿Qué sabiduría abrazarás?

2 Corintios 10: 4-5 (AMPL) “Las armas de nuestra milicia no son físicas (armas de carne y hueso). Nuestras armas son divinamente poderosas para la destrucción de fortalezas. Estamos arriesgando argumentos sofisticados y cada cosa exaltada y orgullosa que se establece” contra el conocimiento (verdadero) de Dios, y estamos haciendo que cada pensamiento y propósito sean cautivos a la obediencia de Cristo.”