Sean imitadores de Dios como niños queridos!

1 Juan 4: 8 recoge varias verdades poderosas: “El que no ama, no conoce a Dios, porque Dios lo ama”. ¡Guauu! La primera verdad es una verdad maestra: ¡Dios es amor! La mayoría de las personas no tiene un problema con esa afirmación. La mayoría incluso lo aprecia. Sin embargo, la primera parte de ese versículo dice: El que no ama no conoce a Dios .. Esta es una gran revelación. Cualquiera puede decir que son cristianos o que conocen a Dios. Pero si no están caminando en el tipo de amor de Dios, no son de Dios. El Señor Jesús dijo una vez esta declaración aleccionadora en Mateo 7:21: “No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos”. Continúa declarar en el versículo 23: “Nunca te conocí; apartaos de Mí, vosotros que practicáis la anarquía! “La voluntad de Dios es que andemos en amor en esta vida, manifestando así Su amor a una humanidad perdida y confundida. Debemos ser imitadores de Dios, y caminar en el mismo amor que él otorgó sobre nosotros. Esto no es fácil, pero su Espíritu Santo nos ayudará a revelar su amor incluso cuando nuestra carne quisiera rebelarse. Pídele a Dios hoy que su amor se revele a través de ti, y observa lo que Dios hará en ti y a través de ti.! 

Efesios 5: 1– Por lo tanto, sean imitadores de Dios como niños queridos. 2 Y andad en amor, como también Cristo nos amó y se entregó a sí mismo por nosotros, una ofrenda y un sacrificio a Dios por un aroma de olor dulce.

 

Sean tiernos y amables unos con otros

La muerte y la vida están en poder de la lengua. Como seguidores de Cristo, debemos rechazar toda amargura, ira e ira descontrolada. En cambio, debemos ser amables y tiernos el uno con el otro. El espíritu de esta era ha engañado a muchos en este día al pensar que estamos en una batalla entre nosotros. Sin embargo, nuestra batalla no es contra carne y sangre, sino contra poderes y principados. Debemos rechazar cualquier pensamiento o mentalidad que cause ofensa entre nosotros. En cambio, debemos perdonarnos unos a otros, porque este es el orden de Dios. Dios en Cristo nos perdonó, y nos instruye que así como nos perdonó, debemos perdonarnos los unos a los otros.

Efesios  4:31 y 32– Se apartará de ti toda la amargura, la ira, la ira, el clamor y la maldad, con toda malicia. 32 Sean amables unos con otros, tiernos de corazón, perdonándose los unos a los otros, así como Dios en Cristo los perdonó.