Sean tiernos y amables unos con otros

La muerte y la vida están en poder de la lengua. Como seguidores de Cristo, debemos rechazar toda amargura, ira e ira descontrolada. En cambio, debemos ser amables y tiernos el uno con el otro. El espíritu de esta era ha engañado a muchos en este día al pensar que estamos en una batalla entre nosotros. Sin embargo, nuestra batalla no es contra carne y sangre, sino contra poderes y principados. Debemos rechazar cualquier pensamiento o mentalidad que cause ofensa entre nosotros. En cambio, debemos perdonarnos unos a otros, porque este es el orden de Dios. Dios en Cristo nos perdonó, y nos instruye que así como nos perdonó, debemos perdonarnos los unos a los otros.

Efesios  4:31 y 32– Se apartará de ti toda la amargura, la ira, la ira, el clamor y la maldad, con toda malicia. 32 Sean amables unos con otros, tiernos de corazón, perdonándose los unos a los otros, así como Dios en Cristo los perdonó.

 

No entristezcáis al Espíritu Santo de Dios!

El Señor Jesús nos dijo en Juan 14: “Si me amáis, guardad mis mandamientos”. Y orares al Padre, y él te dará otro ayudante, para que permanezca contigo para siempre: el Espíritu de verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque ni lo ve ni lo conoce; pero tú lo conoces a Él, porque Él mora contigo y estará en ti. “El Espíritu Santo es el Espíritu de la Verdad. Necesitamos una relación personal con el Espíritu Santo, Él nos guiará a toda la verdad, y nos hará saber la voluntad de Dios. para nuestras vidas. El Señor Jesús nos dijo que el Espíritu Santo habitaría en nosotros. Es vital que no entristezcamos al Espíritu Santo. Si hubo alguna relación que debemos priorizar, es esta relación. El Espíritu Santo nunca mentirá para ti. Él siempre te guiará en los senderos de rectitud que te beneficiarán a ti, a tus familias, a tu destino y a tu futuro. Él siempre te guiará a Dios. Él siempre te revelará la voluntad de Dios.

Efesios 4:30- Y no entristezcáis al Espíritu Santo de Dios, por el cual fuisteis sellados para el día de la redención.