Aquellos que practican el engaño para lastimar o destruir a otros están practicando una forma de maldad. Sin embargo, en la sociedad actual, gran parte de los negocios se realizan de manera engañosa. ¿Cuántas veces las empresas han prometido algo, solo para entregar materiales o servicios de calidad inferior? Otros han acordado proporcionar un servicio específico, y después de recibir el dinero del cliente, entregan solo el 40-60 por ciento y luego desaparecen. Seguramente el juicio de Dios vendrá sobre los impíos por sus mentiras y engaños. Por el contrario, los justos entregan lo que prometen. Dios promete a los justos que cosecharán una recompensa segura porque trabajan y sirven con integridad. Siempre recuerde que la integridad vale la pena al final.
Proverbios 11:18 (NTV) “Los malvados se enriquecen temporalmente, pero la recompensa de los justos permanecerá”