Salmo 91: 1, 2 (NCV) “Los que acuden al Dios Altísimo en busca de seguridad serán protegidos por el Todopoderoso. Diré al Señor: “Tú eres mi lugar de seguridad y protección. Eres mi Dios y confío en ti.”
En Jeremías 29:12, el Señor nos recuerda que Él escucha nuestras oraciones. “Entonces me invocarás e irás y me orarás, y yo te escucharé”. Dios no es un hombre para que mienta. Cuando Él promete algo, puedes confiar en Su palabra. La vida puede ser traicionera y peligrosa, y puede estar llena de muchos desafíos repentinos. Cuando oramos a Dios, Él escucha nuestras oraciones. Por lo tanto, acude a Dios diariamente y pídele protección, provisión, sabiduría, gozo y paz todos los días. Nuestro Dios es sumamente generoso y bondadoso. El bendice a Su pueblo con cosas buenas, y lo mejor es una relación con Dios todos los días. ¡Su misericordia es nueva cada mañana! Él es tu lugar de seguridad y protección. ¡Nunca olvides eso!
Oración: Padre Celestial, confío en Ti para la seguridad y protección divina. Te agradezco que tu palabra sea fiel. También te agradezco que cuando oro, me escuchas. Hoy agradezco que estas conmigo. Tu palabra promete que nunca me dejarás ni me desampararás. ¡Te doy gracias porque tus misericordias son nuevas cada mañana! Caminaré con confianza en este día, sabiendo que Tú estás conmigo en cada paso del camino. Declaro estas cosas en el Nombre de Jesús, Amén.
