Hebreos 13:5 (versión amplificada)
“Por tanto, a través de Él, ofrezcamos EN TODO TIEMPO a Dios un sacrificio de alabanza, que es fruto de labios que AGRADECIDAMENTE reconocen, confiesan y glorifican Su nombre”
Agradecer es estar agradecido y expresar gratitud. Tenga en cuenta que la gratitud bíblica es fruto de nuestros labios pero también es una disciplina y parte de nuestro testimonio cristiano.
Entonces, en Hebreos 13:5, el escritor revela un principio poderoso acerca del agradecimiento. Él dice que nuestro sacrificio de alabanza incluye labios que AGRADECIDAMENTE reconocen, confiesan y glorifican Su nombre. Eso significa que ser agradecido es parte de la alabanza que glorifica a Dios. También dijo que en TODO MOMENTO debemos ofrecer este sacrificio de alabanza. Así que el agradecimiento debe ser una disciplina y actividad diaria y continua. Una disciplina es algo que uno hace incluso cuando no quiere hacerlo. Por ejemplo, muchas personas se dan cuenta de que tienen que cambiar sus hábitos porque están fuera de forma y eso ha afectado su calidad de vida. Entonces comienzan a cambiar sus hábitos. Al principio es muy difícil porque tienen que romper con nuestros malos hábitos y acciones, y tienen que desarrollar las disciplinas adecuadas de comer bien y hacer ejercicio. Su cuerpo lucha contra ellos en cada paso del camino. El proceso de desarrollar buenos hábitos y disciplinas nuevos es muy difícil, pero debido a que conocen el valor y los beneficios finales de adoptar estas nuevas disciplinas, siguen adelante y se capacitan para la aplicación diaria de adoptar estas nuevas disciplinas. De la misma manera, cuando uno comienza a hacer del agradecimiento parte de su vida diaria y de su disciplina, llega a ver los beneficios de una vida agradecida, que son muchos. Dios nos instruye a hacer del agradecimiento una parte diaria y continua de nuestro caminar con Dios. ¡Selah!
