En el Salmos 91:4, el Rey David usó la analogía de una ave hembra protegiendo a sus pequeños cubriéndolos con sus alas. Muestra el tierno amor y cuidado que Dios tiene por su pueblo. También hay un sentido de protección divina para que cuando el enemigo se cruce en nuestro camino, no pueda penetrar en la protección divina de Dios. Él agrega que las promesas fieles de Dios son como una armadura y protección. Es sorprendente considerar que cuando creemos en la palabra de Dios y meditamos en ella, su palabra guarda nuestras mentes, nuestros corazones y nuestro camino / viaje / propósito / destino. La próxima vez que vea a una ave madre cuidando a sus pequeños, recuerde el amor y cuidado que el Padre Dios tiene por nosotros.
Salmos 91:4 (NTV) “Él te cubrirá con sus plumas. Él te protegerá con sus alas. Sus promesas llenas de fe son tu armadura y tu protección”