Es fácil ver a alguien que camina y vive en el Espíritu. Solo mira su fruta. Si uno dice que es cristiano, está diciendo que es un seguidor de Cristo. Si son seguidores de Cristo, uno debería ver el fruto del Espíritu abundando en sus vidas.
Galatas 5:22 y 23 comparte cuál es el fruto del Espíritu: “Pero el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, 23 mansedumbre, dominio propio. Contra tales no hay ley ” Los versículos anteriores, 19-22 comparten las obras de la carne, que son: “Ahora son evidentes las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicería, odio, contiendas, celos, arrebatos de ira, ambiciones egoístas, disensiones, herejías, 21 envidias, asesinatos, embriaguez, orgias y cosas por el estilo, de lo cual les digo de antemano, así como también les dije en el pasado, que aquellos que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios”.
Entonces, está claro, si tu vida continúa manifestando ira, odio, contiendas, celos, ambiciones egoístas, etc., así como otras obras de la carne compartidas en los versículos anteriores, no heredarás el Reino de Dios. Debemos elevarnos por encima de esta naturaleza y permitir que el fruto del Espíritu comience a manifestarse en y a través de nuestras vidas. El amor, la alegría, la paz, la bondad, así como la otra fruta ayudarán a sanar a esta nación. el fruto del Espíritu que fluye a través de nuestras vidas también revelará el amor y la gracia de Dios a todos los que nos rodean.
Galatas 5:25 y 26 Si vivimos en el Espíritu, andemos también en el Espíritu. 26 No nos hagamos presuntuosos, provocándonos unos a otros, envidiándonos unos a otros.
