¡Esto debe fluir continuamente de ti!

Mucha gente piensa que el único momento para alabar a Dios es cuando van a un servicio religioso. Sin embargo, la alabanza es parte de la atmósfera del cristiano. David bendijo y alabó al Señor en todo tiempo. Sus alabanzas estaban continuamente en su boca. Efesios 5: 17-20 dice: “Por tanto, no seáis insensatos, sino entended cuál sea la voluntad del Señor. Y no os embriaguéis con vino, en el cual hay disipación; sino sed llenos del Espíritu, hablando entre vosotros con salmos, himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones, dando siempre gracias por todo a Dios Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo”. Es sabio alabar al Señor. Cuando alabamos al Señor, somos llenos de Su Espíritu. Recibimos sanidad. Somos libre. El gozo del Señor llena vuestro corazón. Los temores y las preocupaciones se desvanecen. Sea como David. ¡Bendijo al Señor en TODO momento! Salmos 34:1 

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