La Iglesia es el lugar donde Dios nos coloca a cada uno de nosotros cuando nacemos de nuevo. Nos convertimos en parte del Cuerpo de Cristo. Es aquí donde somos tamizados. Aquí es donde Dios trabaja en su idiosincrasia, malos hábitos, malas actitudes, etc. Aquí es donde Dios nos corta / nos circuncida / nos libera para que podamos entrar en lo nuevo en la plenitud de nuestro llamado. Aquí experimentaremos el dolor de la curación. Sí, duele ser ajustado, corregido. Duele admitir que tenemos un problema y necesitamos ayuda. Ser parte de la iglesia lo ayudará a sanarlo y alentar su fe.
Hechos 16:5 – Así que las iglesias se fortalecieron en la fe, y aumentaron en número diariamente.
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