El Señor Jesús nos enseñó que cuando oramos, debemos comenzar diciendo: “Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea Tu Nombre”.
El Padre Celestial es nuestra fuente. Él es amoroso y amable. Cuando nos equivocamos, nos reprende para que podamos regresar al camino correcto. Él nos ha dado una herencia eterna. Él invirtió en nuestras vidas y nuestro futuro, y ha hecho provisiones para hoy y para la eternidad. Parte de su amor por nosotros es que nos ha dado padres terrenales, tanto naturales como espirituales, que también pueden guiarnos hacia un futuro mejor. Padres que pueden permitir que Dios nos ame a través de ellos. Son imperfectos, pero con la ayuda de Dios, pueden ser una reflexión del corazón de nuestro Padre Celestial. Para todos los padres, tanto naturales como espirituales, los celebro en este día tan especial. ¡Feliz Día de los Padres!
Romanos 1:17 (b) – …..Que la gracia y la paz de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo sean con ustedes.