¿Alguna vez te han ofendido? Esta emoción y estado de ser es tan común y frecuente en la actualidad. Parece que la mayoría de las personas hoy en día se ofenden muy fácilmente, incluso debido a cosas que en realidad son simples malentendidos. Puedo decir con todo respeto que si la ofensa continuamente controla a una persona, esa persona no es espiritualmente madura. Se nos manda a perdonar y no permitir ofensas entre nosotros. Estamos instruidos a enfrentar con amor los problemas que nos dividen. El Proverbista dijo esto acerca de la ofensa: Proverbios 19:11 (AMP) “El buen sentido y la discreción hacen que un hombre sea lento para la ira, y es su honor y gloria pasar por alto una transgresión o una ofensa (sin buscar venganza y resentimiento)”. Los creyentes espiritualmente maduros aprenden a ser “lentos para enojarse”. Se dan cuenta de que nadie en este lado del Cielo es perfecto, por lo cual experimentaremos desacuerdos y decepciones de vez en cuando. Sin embargo, si no aprende a discernir estos momentos, pueden convertirse en oportunidades para sentirse ofendidos. El Proverbista también dijo que es para la gloria de un hombre pasar por alto las transgresiones u ofensas sin buscar venganza y resentimiento. ¡Wow! ¿Captaste eso? La mayoría se enojará de inmediato y buscará venganza o se ofenderá. Sin embargo, los espiritualmente maduros se niegan a permitir la ofensa en sus corazones, por lo tanto, nunca tendrán “raízes de amargura” que surja dentro de ellos. Esto puede ser catastrófico porque las raíces de la amargura pueden destruir las relaciones. Esto puede profanar nuestro caminar con Dios. Esto puede paralizar nuestra productividad. Hebreos 12:15 dice: “Cuídense mutuamente para asegurarse de que nadie pierda la revelación de la gracia de Dios. Y asegúrese de que nadie viva con una raíz de amargura que brote dentro de ellos, lo que solo causará problemas y envenenará los corazones de muchos”. Determine hoy a trabajar con sus “músculos de perdón” hoy y convertirse en uno que no puede ser ofendido. ¡Esto traerá Gloria a Dios y serás un sanador y restaurador en tu generación!
Hechos 24:16 “Por esto procuro tener siempre una conciencia sin ofensa ante Dios y ante los hombres”