Todos tenemos una boca y una experiencia y perspectivas únicas. Sin embargo, nuestra mentalidad y puntos de vista están siendo moldeados y formados continuamente por la escuela, las películas, los medios de comunicación, los medios sociales, la familia y los amigos. Nuestra visión de las cosas puede cambiar dependiendo de lo que escuchamos. Muchos hoy creen todo lo que leen o escuchan. Eso es peligroso porque todos tienen una opinión y una parcialidad. Es por eso que nuestra fe tiene que estar centrada alrededor de la palabra de Dios. Romanos 10:17 dice: “Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.” La clave aquí es que la fe viene al escuchar, por lo cual lo que escuchamos todo el día ayuda a diseñar nuestro sistema de creencias. Jesus dijo: “Pues yo mismo les daré tal elocuencia y sabiduría para responder que ningún adversario podrá resistirles ni contradecirles.” (Lucas 21:15 DHH). Entonces, si nos conectamos a diario con la Palabra de Dios, nuestra boca será una herramienta poderosa y un arma contra los ataques de nuestros enemigos porque, dado que estamos llenos de la sabiduría de Dios, eso es lo que hablaremos cuando seamos desafiado. Entonces, en lugar de maldiciones, ira, ofensa, ignorancia, parcialidad mundanos que podrían salir de nuestras bocas, lo que saldrá es amor, gracia, poder, conocimiento y la belleza de la palabra y voluntad de Dios. Todos tenemos una boca, así que usémosla para la gloria de Dios y para el beneficio de todos aquellos a quienes Dios nos ha llamado a ministrar, incluso aquellos cuyos ojos de su entendimiento han sido oscurecido por el espíritu de esta era..
Lucas 21:15 (DHH) “Pues yo mismo les daré tal elocuencia y sabiduría para responder que ningún adversario podrá resistirles ni contradecirles.”