Amor es la llave!

La voluntad de Dios es que seamos libres para poder servirle con gozo y paz. Pablo nos advierte que tengamos cuidado con nuestra libertad. Muchos usan su libertad para hacer lo que agrada a su naturaleza pecaminosa. Estamos llamados a servirnos unos a otros con amor. Las Escrituras nos enseñan a amar a nuestro prójimo de la misma manera que nos amamos a nosotros mismos. Esa es una tarea difícil, pero el Espíritu Santo te dará la gracia y la fuerza para hacerlo. Es hora de rechazar las acciones y los comportamientos que nos hacen lastimarnos y destrozarnos. Es hora de volver a amarnos como Dios nos ama.

Galatas 5:13-15  “Pues ustedes, mis hermanos, han sido llamados a vivir en libertad; pero no usen esa libertad para satisfacer los deseos de la naturaleza pecaminosa. Al contrario, usen la libertad para servirse unos a otros por amor. Pues toda la ley puede resumirse en un solo mandato: «Ama a tu prójimo como a ti mismo», pero si están siempre mordiéndose y devorándose unos a otros, ¡tengan cuidado! Corren peligro de destruirse unos a otros.”

El que hace esto es mas bendecido!

Recuerdo un comercial en el qual le piden ayuda al actor y él respondió: “¿Cuál es mi motivación? ¿Qué hará por mí?” En otras palabras, estaba más interesado en lo que podía sacar de la situación que en cómo podía ayudar. En Hechos 20:35, el apóstol Pablo hizo eco de las palabras del Señor Jesucristo, quien dijo: “‘Es más bendecido dar que recibir”. La palabra griega para bendecido es multifacética. Significa: “supremamente afortunado, más feliz, Parte de la naturaleza de ser bendecido es que produce el mayor bienestar para todos “. Jesús reveló que es más bendecido dar que recibir (más afortunado, más feliz, es del mayor bienestar). Considere cuán felices somos cuando damos regalos a nuestros hijos o a un ser querido. No sé quién es más feliz. el que recibe el regalo, o el que lo ha dado? Recuerdo en las Navidades, yo siempre estaba muy emocionado de ver a mis hijos abrir sus regalos. ¡Casi no me podia contener! Como la persona que estaba dando el regalo, me dio gran alegría en darle algo a mis seres queridos que sabía que los haría felices. En realidad, la humanidad está en su mayor alegría cuando estámos ayudando a otros. Parte de nuestro ADN es en ayudar a otros. Dios es el dador más grande. ¡Nos dio el mejor regalo en la cruz! Rechaza esta cultura de egoísmo y conviértete en un gran dador. Dar amor, alegría, gracia, paciencia, palabras amables, perdón, revelación, afirmación, ayuda, entre otras cosas. Recuerde: ¡es más bendecido dar que recibir!