El no te condena!

He notado que muchas personas en nuestra sociedad hoy se sienten ofendidos por el mensaje del Evangelio porque sienten que los condena. Piensan que el Dios de la Biblia está enojado con ellos y los odia. Sin embargo, todos conocemos Juan 3:16, donde dice: “De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, sino que tenga vida eterna.”. Este versículo, por supuesto, muestra lo opuesto al odio y la condenación. Pero la mayoría de las personas no leen el siguiente verso que dice: “Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo a través de él sea salvo” (Juan 3:17). Nota: ¡Dios no envió a Jesús para condenar al mundo! ¿Leíste eso? Él lo envió para que a través de Él el mundo fuera salvo. Oh, si tan solo entendiéramos el amor de Dios. Él nos ve destruyéndonos unos a otros y eso entristece a Su corazón. Hoy, Dios nos recuerda que Él nos ama y que los brazos de Jesús todavía están abiertos, esperando que acudamos a Él para poder librarnos del poder de las tinieblas y trasladarnos a Su Reino. Selah!

Juan 3:17 “Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por medio de él”.

En cualquier estado que estoy, he aprendido esto!

Hoy en día, la mayoría de la sociedad occidental está muy ocupada tratando de lograr más. No están satisfechos o contentos con lo que tienen, o quiénes son. Ellos están tratando de ser el próximo “ídolo estadounidense”. Sólo entonces serán felices. Las escrituras nos aconseja en contra esta mentalidad. Pablo dijo: “No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación.” (Filipenses 4:11). Juan el Bautista les dijo a los soldados: “… se contento con tu salario” (Lucas 3:14). Cuando nos vemos atrapados en querer siempre más, deseando más, persiguiendo más, nos estresámos y nos decepcionamos continuamente . No estoy diciendo que no debas querer ser lo mejor que puedas ser. Lo que estoy diciendo es que estés contento donde estás ahora. Mantente en paz en el presente. Haz lo mejor que puedas, pero debes saber que la felicidad no viene porque tengas más. Debe estar satisfecho ahora. Si puede lograr más, amén, pero házlo desde un lugar de paz. Di como Pablo: he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. La vida es demasiado corta para estar pasando todo el tiempo estresadote porque no tienes lo que otros tienen, o no te siente que tienes suficiente valor. Haz lo mejor que puedas cada dia, pero  sepa que Dios te ama por lo que eres, no por lo que puedes lograr. Estar contento ¡AHORA! Todo está bien con tu alma. Él está contigo.

Filipenses 4:11 “No es que hable con respecto a la necesidad, porque he aprendido en cualquier estado que sea, a estar contento”