Todo lo puedes!

Cuando leo Romanos 8: 31-39, me siento sumamente alentado y mi fe se fortalece. Aquí están los versos, y debajo de eso, comparto 7 pensamientos rápidos para que los tenga en cuenta hoy.

Romanos 8: 31-39 31 ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? 32 El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? 33 ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. 34 ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros. 35 ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, angustia, persecución, hambre, desnudez, peligro o espada? 36 Como está escrito: «Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; somos contados como ovejas de matadero.» 37 Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. 38 Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte ni la vida, ni ángeles ni principados ni potestades, ni lo presente ni lo por venir, 39 ni lo alto ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús, Señor nuestro.

  1. Dios es para nosotros.
  2. Él amablemente nos da todas las cosas.
  3. Dios nos ha justificado mediante el sacrificio perfecto de Cristo.
  4. El Señor Jesús está intercediendo continuamente por nosotros.
  5. Somos más que vencedores por medio de Cristo.
  6. Nada puede separarnos del amor de Dios que se encuentra en Cristo Jesús nuestro Señor.
  7. Aunque pasamos por pruebas y tribulaciones, Él está allí junto a nosotros porque nada puede separarnos.

Recuerda siempre que todo lo puede en Cristo, quien te fortalece todos los días.

Puedes discernir el dolor de otros?

En un mundo donde la mayoría de la gente solo está interesada en lo que hay para ellos, las Escrituras nos enseñan a “amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos” (Mateo 22:39). Esto va en contra del egoísmo. El Señor Jesús murió en la cruz, no porque era culpable, sino porque amaba a toda la humanidad. Si observas este escenario con una mente clara, podrás ver claramente que el amor lo llevó a la cruz. Fue tocado por nuestra condición, y fue movido a la compasión. ¿Cuando lees este verso, “ama a tu prójimo,” que es lo que vos entiende? ¿Debe moverte a la compasión cuando ves la condición de la humanidad. ¿O está tan atrapado con tus propios problemas que no tienes tiempo para nadie más? Alguien me dijo una vez que si nos tomamos el tiempo para ministrar a otros, nuestros problemas no parecerán tan grandes, y Dios bendecirá a quienes bendicen a otros. Recuerda que las Escrituras también dicen: “Lo que siembras es lo que cosechas”. Determina en el día de hoy alejarte del “egoísmo” y pasar a una postura de “amor y compasión”. Esto agrada a Dios, y si amamos y ayudamos a nuestro prójimo, Dios nos ministrará en nuestro momento de necesidad.

Mateo 22: 37-40 “Jesús le dijo:” Amarás al Señor, tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. “Este es el primer y gran mandamiento. Y el segundo es semejante a este: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. “En estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas”.