La religión muchas veces te llevará a un lugar de culpa y desesperanza. Muchos te golpearán cuando falles. Sin embargo, Dios en Cristo nos ha provisto para que no tengamos que caminar en vergüenza y culpa. Por el sacrificio de Cristo en la cruz, la gracia sobrenatural fue desatada para nosotros. Su poder nos impedirá tropezar con el pecado y nos llevará impecables ante su gloriosa presencia. ¡Ya no tenemos que caminar en la culpa! Su amor venció la muerte, el infierno y la tumba por nosotros. Su gracia es más que suficiente para toda nuestra vida. ¡Elija caminar hoy en victoria, paz, confianza y alegría porque si Él nos perdono, y nosotros también podemos perdonarnos a nosotros mismos y a los demás!
Judas 1: 24, 25 “Ahora, para El que tiene el poder suficiente para evitar que tropieces con el pecado y te lleve impecable ante su gloriosa presencia para estar ante El con deleite extático, al único Dios nuestro Salvador, a través de nuestro Señor Jesucristo , séa infinita gloria y majestad, gran poder y autoridad, desde antes de que él creara el tiempo, ahora y durante todas las edades de la eternidad. ¡Amén!
La mayoría de las personas de hoy se dan cuenta de que sus palabras tienen poder y autoridad, pero desafortunadamente no aprovechan ni controlan las palabras que salen de sus bocas. Y eso es lamentable porque palabras pueden cambiar el ambiente negativo a uno positivo. Las palabras pueden sanar o herir, traer alegría o tristeza, producir verdad o engaño, unir o separar. Las palabras son contenedores que transportan emociones, sabiduría, imágenes y creencias. Proverbios 18:21 dice: “La muerte y la vida están en el poder de la lengua, y los que la aman comerán su fruto”. El rey David lo sabía, así que decidió dentro de sí mismo hablar solo de la justicia de Dios todo el día. Él dijo esto en Salmo 71:24(HCSB): “Por lo tanto, mi lengua proclamará Tu justicia todo el día, porque los que buscan mi daño serán deshonrados y confundidos”. Sabía que las promesas de Dios son vivas y eficaz. David confió en Dios para destruir los ataques de sus enemigos. Sabía que sus enemigos serían deshonrados y confundidos. Santiago 4: 7 dice: “Por lo tanto, sometete a Dios. Resiste al diablo y él huirá de ti”. Entonces, cuando te sometas a Dios este fin de semana, debes saber que Dios ha identificado a tus enemigos y está destruyendo sus ataques contra ti. El enemigo tiendra que huir. ¡Sé como David y deja que tu lengua solo hable de su justicia todo el día!