¿A quién debemos escuchar? Esto es importante porque solo podemos responder a nuestro futuro y a nuestros desafíos con el conocimiento que poseemos actualmente. Si no tenemos la información correcta, puede ser desastroso para nosotros. El otro día, las noticias informaron que un oficial de policía entró a su casa y encontró a alguien en su departamento. Ella disparó y mató al presunto “intruso”. Sin embargo, resultó que ella había entrado en el departamento de su vecino y había matado a un hombre inocente. La información y el entendimiento incorrecto puede destruir a usted y a otros. Por lo tanto, debemos asegurarnos absolutamente de: (1) leer la Palabra y buscar la sabiduría de Dios, (2) nuestra información es correcta y (3) rodearnos de las personas adecuadas para obtener buenos consejos, sabiduría e información. Eclesiastés 7: 5 (GW) dice: “Es mejor escuchar a las personas sabias que te reprenden que a los tontos que cantan tus alabanzas”. La versión amplificada de Eclesiastés 7: 5 lo dice de esta manera: “Es mejor escuchar la reprensión del sabio y buscar la sabiduría que escuchar la canción de los necios y perseguir la estupidez”. Todos estamos conectados con muchas personas, ya sea en el trabajo, en nuestra comunidad, familia e incluso en la iglesia. Esto significa que siempre escuchamos muchos consejos o información. El desafío es filtrar toda la información tonta e incorrecta, y aceptar solo la sabiduría y la comprensión que nos ayudarán a tomar las decisiones correctas y vivir una vida justa. No sigas a las multitudes. Busque personas sabias y reciba sus consejos y correcciones. ¡Será vida y salud para usted, y podrá seguir los caminos que agradarán a Dios y beneficiarán a su familia!
Todos nos enfocamos en algo. Aquello en lo que te concentras, crece y aumenta, y lo que ignoras, pierde poder e influencia en tu vida. El enfoque proviene de la palabra griega “Aphorao”, que significa: “concentrar tu mirada en algo”. La palabra “enfocarse” en inglés significa: atención dirigida a un punto de concentración; un estado o condición que permite una clara percepción o comprensión. Jesús enfocó sus acciones y energías en su misión. Pablo enfocó sus esfuerzos para avanzar hacia la marca del gran llamado de Dios en su vida. Uno de los objetivos principales del enemigo es alejarnos de nuestro enfoque, porque cuando una persona no está enfocada, hace mal uso o abuso de sus recursos, tiempo y energías, y por lo tanto, no producen nada de valor. Desaprovechan su potencial. El enfoque es su amigo. El enfoque lo mantendrá en el camino correcto. Le recordará dónde invertir y gastar su energía limitada. El enfoque activa la parte creativa de su cerebro que le permitirá comenzar a ver las cosas que necesita hacer o adquirir. Por eso, hoy te pregunto en qué te estás enfocando?
1 Juan 2:4 “Quienquiera que diga: “Lo conozco”, pero no cumple habitualmente [se enfoca en Sus preceptos y obedece] Sus mandamientos (enseñanzas), es un mentiroso, y la verdad [de la palabra divina] no está en él”