Regresa ya. El te esta esperando!

Conozco a cristianos fuertes que fueron criados en la iglesia. Algunos me han dicho que a pesar de que fueron criados en la iglesia, en realidad no eran cristianos comprometidos. Cuando crecieron, dejaron a la iglesia para perseguir sus sueños y deseos. Sin embargo, en algún momento de sus vidas, se dieron cuenta del error de sus maneras y se volvieron a Dios de todo corazón. Ellos encontraron “su propia fe en Dios”. Ya no era solo la fe de sus padres. Sí, en la vida puede haber tiempos que luchamos con nuestra fe en Dios. Quizás te sientes lejos de Dios  por el momento. Pero siempre recuerda, el Padre te está esperando con los brazos abiertos. Él te ama más de lo que sepas. Él está esperando que vuelvas a casa. Hoy es ese día perfecto. Permite que el Espíritu Santo guíe tu camino. El Señor ya te abrió el camino. ¡Vamos, adoremos al Señor juntos!

Salmos 119: 67 Antes de sufrir, yo andaba descarriado; pero ahora obedezco tu palabra.”

Estas Comprometido(a)?

El rey David entendió el compromiso (Salmos 119: 10). ¡Estaba totalmente comprometido con Dios y su palabra! El diccionario Merriam-Webster define el compromiso como el estado de ser obligado o impulsado emocionalmente; Una promesa de hacer algo en el futuro. David estaba mentalmente, espiritualmente y emocionalmente obligado. El amaba al Señor con TODO su corazón. Dios está comprometido contigo. Dio lo mejor para tu futuro y destino. Es fácil detectar a una persona comprometida. Este es el que se mostrará, incluso en la nieve, e incluso cuando no tiene un automóvil, etc. Están totalmente comprometidos. Ellos no se dan por vencidos. Cuando una persona está comprometida con Dios, Él le responde. La sabiduría de Dios viene. Las personas también vienen con pasiones similares, los recursos son atraídos. El compromiso es una fuerza poderosa en la Tierra.

Siempre recuerde, el Compromiso es una decisión de cambiar una prioridad por otra. ¿Estás comprometido con Dios como fue David?

Salmos 119: 10 y 11 Con todo mi corazón te he buscado; ¡Oh, no me dejes desviarme de tus mandamientos! Tu palabra la he escondido en mi corazón, para no pecar contra ti.