Todas Sus promesas son si y amen!

2 Corintios 1:20 – “Porque todas las promesas de Dios en Él son sí, y en Él amén, a la gloria de Dios por nosotros”. Hay muchas promesas de Dios en las Escrituras. Su palabra es verdad. Jesús es el camino, la verdad y la vida. Cuando venimos a Jesús, venimos a la Verdad. Él también es fiel. A medida que estudie la palabra, escriba las promesas que encuentre y cítelas a usted y a su familia con frecuencia. Recuerda que la fe viene por el oír, y el oír por Su palabra. Para cada desafío, hay una promesa. Para cada crisis, hay una promesa. Para cada necesidad, hay una promesa. Cuando encuentres una promesa, inclúyela en tus oraciones. Ora y declara su palabra. Él es fiel y honra su palabra (Salmos 138: 2). Entonces, la pregunta es: ¿Estás equipándote con Su palabra todos los días para que puedas orar y declarar las Escrituras, o estás orando emocionalmente y sin conocer sus promesas? Dios no puede decir que sí a todos tus deseos, ¡pero siempre dirá que sí y estará de acuerdo con su palabra!

2 Corintios 1:20 – “Porque todas las promesas de Dios en Él son sí, y en Él amén, por la gloria de Dios por nosotros”

¡Dios envió esto para que cumpliera su voluntad!

Las palabras tienen poder para impactar el presente y el futuro. Tenemos que tener cuidado con lo que decimos, tanto a nosotros mismos como a los demás. Las palabras pueden cambiar un entorno en un instante. Las palabras pueden cambiar la tristeza y la desesperación a alegría y celebración. Ahora vamos al siguiente nivel. El Señor Jesús dijo: “El Espíritu da vida; la carne no vale para nada. Las palabras que les he hablado son espíritu y son vida. (Juan 6:63)”. La palabra de Dios contiene vida. Cuando hablamos o declaramos la palabra de Dios sobre nuestras circunstancias o situaciones, estamos desatando la vida de Dios en nuestro entorno. Isaías 55:11 dice: “Así será mi palabra que salga de mi boca: no volverá a mí vacía, sino que cumplirá lo que me plazca, y prosperará en lo que lo envié”. Cuando se declara la palabra de Dios, nunca vuelve vacía. Hay poder eterno en la palabra. Así que la próxima vez que ores, asegúrate de orar la palabra de Dios. Tus opiniones pueden fallar, pero la palabra de Dios cumplirá lo que Dios la envió a hacer. No solo ores emocionalmente, ores escrituralmente. No solo viva emocionalmente, viva escrituralmente. La palabra de Dios traerá vida, salud, alegría, propósito, claridad, honor, salvación, confianza, fortaleza y muchos otros regalos preciosos en tu vida y en las vidas de sus seres queridos. Recuerde: las palabras tienen poder. ¿Cuáles son las palabras que estás permitiendo que salgan de tu boca?