¡Dios promete que Él nos protegerá!

Salmos 91:3 “Ciertamente él te librará del lazo del cazador, y de la pestilencia peligrosa”

Cuando Dios dice “ciertamente”, esto es una garantía. ¡Esta garantía es más valiosa porque cuando Dios nos promete algo, es “sólido como una roca”! En Salmos 91:3, Él promete librarnos de las trampas y pestilencias mortales del enemigo. El lazo del cazador es una trampa que se usa para atrapar pájaros salvajes. También puede ser algo que pueda enredarte, obstaculizarte o engañarte. Una pestilencia es una enfermedad epidémica fatal. Estamos viviendo en medio de varias especies de pestilencias en este día. Su promesa en este versículo significa que incluso si caemos en una trampa, Dios promete liberarnos o intervenir para que seamos libres. Puedes ver esto en Hechos 12, donde Dios envía un ángel para librar al Apóstol Pedro de la prisión y de una sentencia de muerte. Otro ejemplo se encuentra en Hechos 16. Dios libera al Apóstol Pablo y a Silas de la prisión. El Señor Jesús prometió que nunca nos dejaría ni nos abandonaría. He oído a cristianos decir que no sienten que Dios esté con ellos. Sin darse cuenta, están diciendo que no confían en la promesa de Dios. Es hora de reflexionar sobre nuestras acciones y palabras. El Rey David confió completamente en Dios, aún en medio de crisis, asechanzas y pestilencias. ¡Tenemos que desarrollar una fuerte relación personal con Dios y una completa confianza en Su palabra y fidelidad!

Oración:
Gracias, Padre Celestial, porque tu palabra promete que nos librarás de todas las trampas y asechanzas del enemigo. También prometiste que nos librarás de las pestilencias. Declaro Salmo 91:3 sobre mi familia y sobre mí: “Ciertamente él te librará del lazo del cazador, y de la pestilencia peligrosa”. Estoy tan agradecido que eres seas fiel y bondadoso. Padre, Tu honras tu palabra. Hoy también honro tu palabra y te alabo por tu bondad y tiernas misericordias que concedes a mí y a mi familia todos los días. Declaro esto en el Nombre de Jesús, ¡Amén!