Que estas haciendo con los talentos que Dios te dio?

Las escrituras revelan que Dios nos dio a cada uno de nosotros dones, talentos o habilidades que pueden ayudar y bendecir a la humanidad. Cada uno de nosotros tiene la gracia de que, cuando se usa adecuadamente, puede beneficiarnos a nosotros, a nuestra familia y a nuestra comunidad. Dios nos hace responsables de cómo usamos estos dones. Muchas personas son egoístas y solo usan sus dones para sus propios fines y beneficios, y no se preocupan por nadie más. Recuerda esto, Dios se complace cuando usas tus dones para ayudar y bendecir a otros. No hace la diferencia si otros son capaces de hacer más que tú. Dios solo te hará responsable por lo que haces, o no haces. La única vez que ves a Dios disgustado es cuando ve a aquellos que se niegan a ayudar o bendecir a otros con los dones que les dio. El Señor dice esto a aquellos que comparten sus dones con los demás: “Siervo bueno y fiel; fuiste fiel en algunas cosas, te haré gobernador de muchas cosas. Entra en la alegría de tu señor”.

Efesios 4:7– Pero a cada uno de nosotros la gracia fue dada según la medida del don de Cristo. Por lo tanto, dice: “Cuando ascendió a lo alto, llevó cautivo a la cautividad y dio dones a los hombres”.

Somos parte de Su cuerpo

En Juan 17, el Señor Jesús oró al Padre para que fuésemos uno, así como Él y el Padre son uno. Esta es la voluntad de Dios. Somos parte de Su Cuerpo. Sin embargo, muchos en los Estados Unidos solo están interesados ​​en lo que otros pueden hacer por ellos. No les importan los demás. No están interesados ​​en ayudar a nadie más. No están interesados ​​en ser parte de Su Cuerpo. Esta mentalidad egoísta incluso se ha infiltrado en la iglesia. Muchos van a la iglesia a “ser bendecidos”. No les interesa servir en la iglesia o ayudar a otros, y mientras la iglesia los “ayude y bendiga”, asistirán a los servicios. Necesitamos alejarnos de este modo de pensar y atrapar el corazón de Dios por su cuerpo. Si el Espíritu Santo vive en ti, esta verdad resonará contigo.

Efesios 4:4-6- Hay un cuerpo y un Espíritu, así como fuiste llamado en una sola esperanza de tu llamado; un Señor, una fe, un bautismo; un Dios y Padre de todos, que es sobre todos, y por todos, y en todos ustedes.