Somos embajadores de Cristo (2 Corintios 5:20). También somos colaboradores con Dios (2 Corintios 6: 1). Cuando oramos, tenemos la autoridad de traer a Dios el informe de la condición de nuestra región. También tenemos la autoridad para solicitar recursos, sabiduría, bendiciones, sanidades, comprensión para nuestra región y la gente de esa región. Tenemos la autoridad para ser una bendición para nuestras familias, nuestras iglesias, donde trabajamos, etc. Cuando oramos, estamos activando nuestra autoridad legal y nuestro derecho a traer cambios en el lugar donde Dios nos dio influencia. Una vez, Pablo enseñó sobre tener autoridad en una esfera específica, y entre un pueblo específico (2 Corintios 10:13). Usted está autorizado a orar en su esfera de influencia, y Dios honra sus oraciones porque usted es un embajador su compañero de trabajo sus oraciones traerán sabiduría, curación, conocimiento de revelación, intervención angélica, respuestas divinas, protección de buceo, provisión divina. No permita que nada obstaculice sus oraciones diarias. ¡Su familia, su comunidad, su ciudad, incluso esta nación, depende de que cada uno de nosotros oremos y permanezcamos en la brecha todos los días!
Efesios 6: 18 y 19 “Orando siempre con toda oración y súplica en el Espíritu, estando atentos a este fin con toda perseverancia y súplica por todos los santos- 19 y por mí, esa expresión puede ser dada a mí, para que pueda abrir mi boca con valentía para dar a conocer el misterio del Evangelio”