Génesis 2:15 “Y el Señor Dios tomó al hombre y lo puso en el Jardín del Edén para cuidarlo y guardarlo”.
Este versículo revela algo muy poderoso para nosotros. Dios nos hizo a su imagen y semejanza. Sabemos que Dios trabajó seis días y luego descansó. Después de eso, miró su trabajo y dijo que era “muy bueno”. Luego nos creó para también poder producir grandes cosas a través de nuestro trabajo. En ese versículo, dice que puso al hombre en el jardín para cuidarlo, guardarlo y conservarlo. La palabra cuidar en el lenguaje original también significa cultivar. Cultivar significa: “fomentar el crecimiento, mejorar mediante el trabajo”. Dios nos ha dado a cada uno de nosotros un jardín para cuidar, proteger y mantener. Es nuestra responsabilidad fomentar el crecimiento en nuestro jardín y mejorar todo lo que nos rodea mediante nuestro trabajo y cuidado. Es inaceptable dejar que las cosas caigan en desorden. Todos los hermosos jardines requieren mucho trabajo. Todos admiramos los magníficos jardines, pero pocos se dan cuenta de cuánto trabajo le costó lucir tan hermoso. ¿Cuál es el jardín que Dios te ha dado? ¿Son tus hijos? ¿Es tu ministerio? ¿Es tu trabajo? ¿Es tu comunidad? Dios trabajó, y después de terminar, dijo que era “muy bueno”. Cuando Dios mire tu jardín, ¿dirá: “Bien hecho siervo bueno y fiel?”