Nuestra fe en Dios y Su palabra nos da esperanza, tanto ahora como para el futuro. Es posible que esté pasando por un momento de prueba o dificultad en este momento. Sin embargo, su fe y confianza en lo que Dios le ha prometido le dará esa paz y fortaleza sobrenatural para resistir y superar cualquier lucha que esté experimentando actualmente. Incluso el rey David entendió la importancia de su fe en Dios y cómo la bondad de Dios podría ayudarlo en las peores situaciones. El Salmo 27:13 dice: “Me hubiera desesperado si no hubiera creído que vería la bondad del Señor en la tierra de los vivos”. Otra versión dice: “Me habría desmayado si no hubiera creído”. Sí, el viaje a veces puede parecer abrumador, pero tienes algo en tu interior que está listo para ayudarlo. La bondad de Dios está allí contigo y verás su bondad en la tierra de los vivos. No es hora de rendirse; Es hora de declarar audazmente: “El Señor es mi ayudante; No temeré. ¿Qué me puede hacer el hombre (Hebreos 13: 6)?
Busca el Proveedor, no la añadidura
Dios no es solamente nuestro libertador. Él también es nuestro proveedor. El rey David escribió: “He sido joven y ahora soy viejo; sin embargo, no he visto a los justos abandonados, ni a su simiente pidiendo pan” (Salmo 37:25). El apóstol Pablo entendió esta verdad, así que escribió esto a la iglesia en Filipos: “Y mi Dios suplirá todas tus necesidades de acuerdo con sus riquezas en gloria por Cristo Jesús” (Filipenses 4:13). Hoy, Dios quiere que seas alentado. Él sabe que muchos tienen necesidades y están experimentando falta de algún tipo. Nos recuerda que Él es el dueño de todo el oro y la plata y el ganado en mil colinas. Su palabra nos aconseja que “busquemos primero el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas (casa, comida, ropa, financas) les serán añadidas” (Mateo 6:33). Busque al proveedor, no las cosas. Si lo hace bien, ¡se le agregarán todas estas “cosas”!