¡Fe fuerte y comprometida!

Conozco creyentes fuertes y comprometidos que fueron criados en la iglesia que me dijeron que a pesar de que fueron criados en la iglesia, en realidad no estaban comprometidos con Cristo en ese momento. Cuando crecieron, dejaron a la iglesia para perseguir sus sueños y deseos. Sin embargo, en algún momento de sus vidas, se dieron cuenta del error de sus maneras y se volvieron a Dios de todo corazón. Ellos encontraron “su propia fe en Dios”. Ya no era solo la fe de sus padres. Sí, en la vida puede haber tiempos que luchamos con nuestra fe en Dios. Quizás te sientes lejos de Dios  por el momento. Pero siempre recuerda, el Padre te está esperando con los brazos abiertos. Él te ama más de lo que sepas. Él está esperando que vuelvas a casa. Hoy es ese día perfecto. Permite que el Espíritu Santo guíe tu camino. El Señor ya te abrió el camino. ¡Vamos, adoremos al Señor juntos en este tiempo navideño!

Salmos 119: 67 “Antes de sufrir, yo andaba descarriado; pero ahora obedezco tu palabra.”