El Apostol Pablo le enseñó al joven Timoteo que no permitiera que nadie pensara menos en él debido a su juventud. Pablo sabía que los jóvenes tienden a desperdiciar gran parte de sus años jóvenes en una vida frívola. Así que Pablo estaba instruyendo a Timoteo para que fuera un ejemplo y un patrón para los demás, incluso cuando era joven. Pablo le dijo a Timoteo que fuera un ejemplo para los creyentes en el habla, la conducta, el amor, la fe y la pureza. Timoteo debía establecer un patrón, para todos aquellos que mirarían su vida, de lo que era ser un verdadero seguidor de Cristo. Quería que fuera un ejemplo y un patrón para los demás. Paul no quería que Timothy fuera solo otra persona joven desperdiciando su joven vida. Quería que se elevara por encima de las estadísticas y la visión general de la juventud en ese día y que fuera un ejemplo y un patrón para que otros lo vean y aprendan. Ya sea que seas joven o mayor, Dios nos recuerda hoy que seamos un ejemplo y un patrón para otros creyentes en el habla, la conducta, el amor, la fe y la pureza. ¿De qué eres un ejemplo?
1 Timoteo 4:12 (AMPC) “Que nadie te desprecie o piense menos de ti por tu juventud, sino sé un ejemplo (patrón) para los creyentes en el habla, en la conducta, en el amor, en la fe y en la pureza”.
Como humanos, todos aprendemos observando las vidas y las acciones de personas mayores para aprender de ellos. Los niños observan a sus padres y madres para aprender a lidiar con los muchos desafíos de la vida. Muchos niños no tienen el privilegio de tener a sus dos padres presentes con ellos debido a circunstancias imprevistas, por lo qual acuden a una tía, tío, hermano, hermana o padre adoptivo para obtener la tutoría necesaria. Sin embargo, la mayor mentoria que podemos obtener es mirar y aprender de Jesús. Él es nuestro mentor perfecto. Él es el verdadero autor y consumador de nuestra fe. El nos enseña la verdadera fidelidad, madurez, amor, paz, alegría, respeto, fe y familia. Él es el camino al Padre celestial. Es por su sacrificio que fuimos adoptados en su familia. Nos enseña lo que es un hombre verdadero, maduro y justo. Él es el consumador de nuestra fe. En otras palabras, ¡Él nos ayuda a lo largo de nuestra vida en todas nuestras dificultades y desafíos, y por medio de Su Espíritu, fortalece continuamente nuestra fe para que podamos llegar a la meta en victoria! Sí, todos admiramos a alguien en esta vida, pero el modelo y mentor perfecto es nuestro Señor Jesús. Aprenda de El. ¡Él es el autor y consumador de tu fe!
Hebreos 12: 2 “ Fijemos la mirada en Jesús, el iniciador y perfeccionador de nuestra fe, quien, por el gozo que le esperaba, soportó la cruz, menospreciando la vergüenza que ella significaba, y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios.”