Efesios 4: 29-31 “No empleen un lenguaje grosero ni ofensivo. Que todo lo que digan sea bueno y útil, a fin de que sus palabras resulten de estímulo para quienes las oigan. No entristezcan al Espíritu Santo de Dios con la forma en que viven. Recuerden que él los identificó como suyos, y así les ha garantizado que serán salvos el día de la redención. Líbrense de toda amargura, furia, enojo, palabras ásperas, calumnias y toda clase de mala conducta. Por el contrario, sean amables unos con otros, sean de buen corazón, y perdónense unos a otros, tal como Dios los ha perdonado a ustedes por medio de Cristo.”. Este consejo viene directamente de las Sagradas Escrituras . Tómese un momento para ver si lo ha estado aplicando a tu vida, o si ha permitido estos malos comportamientos y respuestas en tu vida diaria. Si alguno de estos malos comportamientos ha sido parte de tu vida, ¡es hora de enterrar al “viejo hombre” y permitir que Cristo resucite en ti! Recuerde, somos sus testigos y Él quiere ver el fruto del Espíritu manifestándose abundantemente en nuestras vidas para que el mundo pueda ver el amor de Jesús en la iglesia.
Él es tu ayuda y fortaleza presente
Uno de los principales debates que hoy están en el centro del discurso nacional tiene que ver con el medio ambiente. Muchos dicen que debido al calentamiento global, la tierra pronto pasará por cambios cataclísmicos. Sea cierto o no, siempre hay horribles terremotos, huracanes, tornados, tsunamis y otros patrones climáticos peligrosos en diversas regiones que son capaces de destruir ciudades enteras y matar a muchos. El rey David declaró que, en última instancia, nuestra única ayuda real y efectiva es Dios. Cuando ocurren estos momentos espantosos, nada en la tierra puede ayudarlo. Pero he escuchado cómo Dios ha protegido sobrenaturalmente a su pueblo, incluso en medio de circunstancias aparentemente imposibles. Esto es lo que dijo el rey David: “Dios es nuestro amparo y fortaleza, Nuestro pronto auxilio en todos los problemas. Por eso no tenemos ningún temor. Aunque la tierra se estremezca,
y los montes se hundan en el fondo del mar; aunque sus aguas bramen y se agiten, y los montes tiemblen ante su furia.” Salmo 46: 1-3. En este momento, es posible que se encuentre en una situación que parece imposible de resolver. Hoy Dios quiere recordarte que Él es tu refugio y fortaleza. Él está presente contigo en tu tiempo de angustia. Él está en el bote contigo en medio de la tormenta. ¡Él te dice hoy que tú y Él JUNTOS llegarán al otro lado! Estad en paz ….. Él es tu fuerte torre y ancla. ¡No serás movido!