Uno de los problemas continuos que veo al abordar desacuerdos o argumentos en las relaciones es el error de escuchar solo un lado de la historia. Me sorprende cómo las personas pueden parecer inocentes y que la otra parte es culpable. Si solo escucha un lado de la historia, incluso podría estar convencido de que le están diciendo la verdad, e incluso podría enojarse o decepcionarse con la otra persona. Sin embargo, si escuchas el otro lado de la historia, te darás cuenta de que la primera persona en declarar su caso podría haber exagerado o incluso mentido para parecer inocente y justo. Proverbios 18:17 (TLB) dice: “Cualquier historia suena cierta hasta que alguien le cuenta al otro lado y pone las cosas en claro”. El CEV lo dice de esta manera: “Puede pensar que has ganado tu caso en la corte, hasta que tu oponente hable.” Entonces, la próxima vez que tenga que lidiar con un problema que involucre a dos personas, rechace aceptar solo un lado de la historia antes de tomar una decisión. No te dejes atrapar por las percepciones u opiniones parciales de alguien. Espere hasta que escuche ambos lados de la historia y podrá tomar una decisión más realista porque tendrá todos los hechos, datos y verdad a la mano. Selah!
Busca el Proveedor, no la añadidura
Dios no es solamente nuestro libertador. Él también es nuestro proveedor. El rey David escribió: “He sido joven y ahora soy viejo; sin embargo, no he visto a los justos abandonados, ni a su simiente pidiendo pan” (Salmo 37:25). El apóstol Pablo entendió esta verdad, así que escribió esto a la iglesia en Filipos: “Y mi Dios suplirá todas tus necesidades de acuerdo con sus riquezas en gloria por Cristo Jesús” (Filipenses 4:13). Hoy, Dios quiere que seas alentado. Él sabe que muchos tienen necesidades y están experimentando falta de algún tipo. Nos recuerda que Él es el dueño de todo el oro y la plata y el ganado en mil colinas. Su palabra nos aconseja que “busquemos primero el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas (casa, comida, ropa, financas) les serán añadidas” (Mateo 6:33). Busque al proveedor, no las cosas. Si lo hace bien, ¡se le agregarán todas estas “cosas”!