Dios te dio una boca; Usela!

Todos tenemos una boca y una experiencia y perspectivas únicas. Sin embargo, nuestra mentalidad y puntos de vista están siendo moldeados y formados continuamente por la escuela, las películas, los medios de comunicación, los medios sociales, la familia y los amigos. Nuestra visión de las cosas puede cambiar dependiendo de lo que escuchamos. Muchos hoy creen todo lo que leen o escuchan. Eso es peligroso porque todos tienen una opinión y una parcialidad. Es por eso que nuestra fe tiene que estar centrada alrededor de la palabra de Dios. Romanos 10:17 dice: “Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.” La clave aquí es que la fe viene al escuchar, por lo cual lo que escuchamos todo el día ayuda a diseñar nuestro sistema de creencias. Jesus dijo: “Pues yo mismo les daré tal elocuencia y sabiduría para responder que ningún adversario podrá resistirles ni contradecirles.” (Lucas 21:15 DHH). Entonces, si nos conectamos a diario con la Palabra de Dios, nuestra boca será una herramienta poderosa y un arma contra los ataques de nuestros enemigos porque, dado que estamos llenos de la sabiduría de Dios, eso es lo que hablaremos cuando seamos desafiado. Entonces, en lugar de maldiciones, ira, ofensa, ignorancia, parcialidad mundanos que podrían salir de nuestras bocas, lo que saldrá es amor, gracia, poder, conocimiento y la belleza de la palabra y voluntad de Dios. Todos tenemos una boca, así que usémosla para la gloria de Dios y para el beneficio de todos aquellos a quienes Dios nos ha llamado a ministrar, incluso aquellos cuyos ojos de su entendimiento han sido oscurecido por el espíritu de esta era..

Lucas 21:15 (DHH) “Pues yo mismo les daré tal elocuencia y sabiduría para responder que ningún adversario podrá resistirles ni contradecirles.”

Que es gloria?

La palabra o término “gloria” es a menudo mal entendida. Muchos lo usan como parte de su lenguaje de adoración. Algunos dirán “gloria a Dios” con respeto. Pero encuentro que muchos no entienden qué es la gloria cuando se les pregunta. En las escrituras del Antiguo Testamento, gloria es la palabra “Kabod” que significa: honor, gran cantidad, riqueza, reputación, majestad, esplendor. Cuando decimos “gloria a Dios”. Le estamos atribuyendo el hecho de que El merece recibir el más alto honor. Su inmensa riqueza es infinita. Su reputación es perfecta y hay que alabarlo sobre todo. Su majestad (dignidad, magnificencia, grandeza, esplendor, majestad y admiración), es del más alto nivel. Hay varias formas en que mostramos la gloria de Dios: Cuando oramos, destacamos su fidelidad y amor. “Llámame en el día de la angustia y te rescataré y tú me glorificarás” (Salmo 50:15). Cuando damos gracias, estamos demostrando que Él es el dador de todo don bueno y perfecto. “El que ofrece un sacrificio de acción de gracias me glorifica” (Salmo 50:23).  Cuando producimos fruto, estamos compartiendo por extensión su amor a la humanidad. “Mi Padre es glorificado por esto, que llevas mucho fruto” (Juan 15:8)  Cuando perdonamos a otros, expresamos el asombroso amor, la bondad y la misericordia de Dios que se expresó en la cruz. “Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores” (Mateo 6:12). Hay tantas otras formas en que podemos traerle gloria. Entonces recuerda, al reflejar su majestad y gracia en nuestras acciones diarias, El es glorificado. ¡Así que saca tiempo a lo largo del día para darle gloria! ¡Definitivamente es digno!

Salmo 96:8  ¡Den al Señor la gloria que merece! Lleven ofrendas y entren en sus atrios.